El cardenal Rubén Salazar, arzobispo emérito de Bogotá, sufrió un infarto el martes, 08 de marzo, por lo que tuvo que ser internado en una clínica de la capital colombiana.
- PODCAST: Ucrania, un pueblo crucificado y en éxodo
- ¿Quieres recibir gratis por WhatsApp las mejores noticias de Vida Nueva? Pincha aquí
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
En un comunicado oficial, la arquidiócesis ha informado que al purpurado se le practicaron los exámenes de rigor y el equipo médico “procedió a realizarle un cateterismo, implantando un stent”. De momento se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
“Según el último reporte médico, nos informan que ha venido evolucionando positivamente y si continúa en este proceso, será trasladado en las próximas horas a habitación”, han acotado.
Unidos en oración
Por ello la Iglesia de Bogotá ha pedido unirse “en oración al Señor de la vida por su pronta recuperación y encomendamos a su hermana María Luz Salazar Gómez y demás familiares”.
La directiva del Episcopado en nombre de todos los obispos del país “se unen en oración por la salud del cardenal e invitan a la comunidad católica unirse a esta plegaria”.
Cabe recordar que el cardenal Salazar tiene 79 años y recibió la dignidad cardenalicia de manos del entonces papa Benedicto XVI en 2012. Ejerció como obispo de Cúcuta desde 1992, luego como arzobispo de Barranquilla desde 1999 hasta 2010 cuando fue designado a Bogotá.
En 2015 fue nombrado presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam) hasta 2019. En 2017 presentó su renuncia tras cumplir 75 años, la cual fue aceptada por el papa Francisco, pero fue en 2020 cuando se hizo efectiva.
Foto: CEC