A través de un comunicado emitido por Jesuitas Chile, el Provincial de la Compañía informó que el sacerdote Felipe Berríos “encabezará un nuevo programa nacional de trabajo en los campamentos de Chile”.
Los campamentos son conjuntos de viviendas extremadamente precarias, generalmente construidas en tomas de terrenos, sin urbanización, ni agua, ni electricidad, hechas con materiales de desechos. Según la Fundación Techo-Chile, en el año 2021 catastraron 969 campamentos en el país, la cifra más alta desde 1996, en los que viven 81.643 familias.
Este grave problema social ha sido indicado como uno de los factores que facilitan el aumento de la delincuencia y un grave atropello a la dignidad de las personas, por ello el nuevo gobierno de Gabriel Boric ha puesto allí un desafío central para su gestión.
Berríos se hizo conocido en el país al crear la Fundación Un Techo para Chile, actual Techo presente en 19 países de Latinoamérica, precisamente para erradicar los campamentos. Con esta experiencia como antecedente, ha sido llamado al Ministerio de Vivienda y Urbanismo, aunque continuará viviendo en “La Chimba”, sector popular de Antofagasta, en el norte del país, desde donde atenderá esta nueva labor, según informó la Compañía.
El nuevo ministro de Vivienda, Carlos Montes, informó ayer, al término de la ceremonia ecuménica en la Catedral de Santiago, que “estamos configurando un equipo para ver globalmente (el déficit de vivienda) como un desafío nacional, interministerial, y él (Berríos) jugaría un rol dentro de ese equipo”.
Por su parte, el Gobernador de la Región Metropolitana, Claudio Orrego, felicitó a Berríos por su nuevo rol en el gobierno. “Quienes conocemos de su liderazgo, empatía y coraje, sabemos que será un tremendo aporte para avanzar en este difícil y complejo problema”, señaló.
“Que las familias que viven en campamentos puedan ser propietarias de una vivienda digna es una deuda moral de Chile. Nadie mejor que un líder como el jesuita Felipe Berríos para encabezar este esfuerzo, habiendo dedicado su vida a este propósito”, añadió el senador Matías Walker.
Berríos tiene 65 años. En 1977 ingresó a la Compañía de Jesús, realizó misiones durante 3 años en Tanzania, África, y en 1989 fue ordenado sacerdote. Además de destacar por sus labores sociales, ha sido columnista de “El Mercurio” y, con frecuencia, ha participado en debates públicos en medios de comunicación donde ha denunciado injusticias sociales, a veces generando controversias.
“Encomendamos a Felipe esta misión que realizará como jesuita al servicio de nuestro país, para que pueda aportar con su experiencia y trabajo en el desarrollo de un Chile más justo y solidario al servicio de los más pobres”, cierra el comunicado de Jesuitas Chile.