“Yo le pido a la Iglesia que a los pobres se nos llame por nuestro nombre”, dijo uno de los asistentes al encuentro celebrado en la iglesia de Nuestra Señora de las Maravillas de Madrid
Los trabajos de la fase diocesana del Sínodo de la Sinodalidad continúan en Madrid. Entre otros, destacan los encuentros que el arzobispo, cardenal Carlos Osoro, está teniendo con representantes de distintos sectores de la sociedad. De esta manera, a los políticos, profesores de universidad, empresarios, representantes de sindicatos, y artistas y deportistas se unieron, el pasado domingo, 13 de marzo, los más vulnerables: las personas sin hogar de la archidiócesis.
El encuentro se produjo en la iglesia Nuestra Señora de las Maravillas, que estaba “llena del pueblo de Sant’Egidio”, como destacó Tíscar Espigares, responsable de la Comunidad de Sant’Egidio en Madrid. “En un pueblo caben todas las situaciones”, añadió, explicando la presencia allí de personas sin hogar, extranjeros, familias de los niños que atienden en la Escuela de la Paz, ancianos… Muchos de los cuales intervinieron para compartir su experiencia y responder a la pregunta que el cardenal plantea en esta fase del Sínodo: “¿Qué pedís a la Iglesia?”.
“La Comunidad de Sant’Egidio es el único lugar del mundo donde yo escucho mi nombre“, dijo una de las personas en situación de calle. Por eso, “yo le pido a la Iglesia que a los pobres se nos llame por nuestro nombre”. Así, hablando de la experiencia que tienen de la Iglesia a través de Sant’Egidio, le pedían, entre otras cosas, “que sea Madre, porque a mí me han tratado aquí como una madre, que sea un lugar de encuentro, que no solo nos consideren personas a las que hay que dar ayuda”.
Para muchos, San’Egidio es una comunidad en la que han podido volver “a rezar” y a “tener la esperanza en el Señor” porque, como señalaron también, “comparto no solamente la ayuda material, que es importante, sino también el Evangelio”, la Palabra de Dios que “para mí ha vuelto a ser muy important”.