Las obras de reconstrucción de la catedral parisina de Notre-Dame –proyectos polémicos a parte– ha sacado a la luz unos importantes restos arqueológicos, aparentemente, del siglo XIV: un sarcófago de plomo y unas delicadas manos de piedra tallada. Estos vestigios han sido hallados justo en el cruce del transepto de la nave principal de la seo gótica.
- PODCAST: Ucrania, un pueblo crucificado y en éxodo
- ¿Quieres recibir gratis por WhatsApp las mejores noticias de Vida Nueva? Pincha aquí
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
Encuentro casual
En la zona de trabajo, justo debajo de la aguja destruida en el incendio del 15 de abril de 2019, se había colocado un andamio de unos 100 metros y para asegurarlo se realizaron algunas excavaciones, según informa AFP. En la zona se han encontrado los conductos de un sistema de calefacción del siglo XIX. Entre las canalizaciones de ladrillo apareció un sarcófago de plomo, deformado por el peso de la estructura.
En otras zonas de la catedral, como en el coro se ha encontrado otro coro de piedra con figuras esculpidas. En esta zona han aparecido unas manos talladas y extendidas, como en actitud de oración. Para los expertos, el descubrimiento de este sarcófago permitirá “conocer mejor las prácticas y los ritos funerarios” medievales. Una cámara adaptada ya ha sido introducida en el interior de dicho féretro y al parecer el cuerpo estaría en un estado bastante bueno, aunque se desconoce su identidad. Para la ministra de Cultura, Roselyne Bachelot, que ha visitado el templo, “es una gran emoción, esta catedral representa toda la historia de París, y hallarse ante estos vestigios es extremadamente impresionante”.