El cardenal australiano George Pell quiere que Doctrina de la Fe reprenda al cardenal luxemburgués Jean-Claude Hollerich, presidente de la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea, y al presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Georg Bätzing. Todo un dardo el expresado, en una entrevista con la televisión católica KTV, por quien fuera responsable de las finanzas vaticanas (hasta tener que renunciar en 2017 por afrontar en Australia un proceso judicial por encubrimiento de abusos, del que fue finalmente absuelto tras pasar un tiempo en la cárcel). Hasta el punto de que lamenta que ambos eclesiásticos se hayan plegado, según su punto de vista, a “los dictados cambiantes de la cultura secular contemporánea” y hayan menoscabado la doctrina eclesial.
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Concretamente, Pell lamenta que Hollerich haya declarado recientemente que la enseñanza de la Iglesia sobre la homosexualidad “ya no es correcta” y debe ser “revisada”. En cuanto a Bätzing, le achaca que haya manifestado que la doctrina cristiana sobre el sexo prematrimonial y las relaciones homosexuales debe aceptarlas “si se hacen con fidelidad y responsabilidad”, añadiendo que “no afectan a la relación con Dios”.
Preocupado por el Sínodo alemán
Otros temas que habrían causado el rechazo del cardenal australiano habrían sido la propuesta de abolir el celibato sacerdotal y ordenar a mujeres, opciones que van ganando enteros en el Sínodo alemán. Frente a todo ello, Pell exige al órgano comandado por el cardenal Ladaria que condene lo que entiende que es un “rechazo total y explícito” de la doctrina católica en moral sexual por parte de Hollerich y Bätzing.
Y es que, como concluye, “la Iglesia católica no es una federación donde diferentes sínodos o reuniones nacionales y líderes prominentes pueden rechazar elementos esenciales de la tradición apostólica y permanecer imperturbables”.