“Necesitamos encontrar formas de vivir como vecinos en Europa sin la agresión y el sufrimiento humano que han sido una gran parte de nuestra vida e historia”, ha subrayado el arzobispo de Canterbury
Ayer lo hacía Francisco, y hoy se ha sumado el arzobispo de Canterbury y líder de la Iglesia anglicana, Justin Welby. Ambos se sentaban ante una pantalla para suplicar por el fin de la guerra en Ucrania a su homólogo en Rusia, el patriarca Kirill de Moscú.
Durante la conversación, tal como ha especificado el arzobispado de Canterbury, Welby expresó su profunda preocupación por la guerra, que calificó como una gran tragedia. Asimismo, hizo hincapié en la necesidad de “poner fin a la violencia en Ucrania”, subrayando que “la guerra y la violencia nunca son una respuesta”.
“Necesitamos encontrar formas de vivir como vecinos en Europa sin la agresión y el sufrimiento humano que han sido una gran parte de nuestra vida e historia”, apostilló Welby. En cuanto al papel de las religiones en esta construcción de la paz, el arzobispo explicó que “como iglesias, debemos estar unidos para seguir el gran llamado de Jesucristo a sus discípulos a ser pacificadores, a hacer lo que podamos para permitir que los políticos hagan su trabajo de establecer la libertad y los derechos de todas las personas en Ucrania”.
En este sentido, Welby ha rogado a Kirill que se una a él en “un llamamiento público por la paz”, e insistió en la necesidad de “un alto el fuego”. Del mismo modo, aseguró el compromiso de la Iglesia de Inglaterra con los refugiados.
Si bien ambos líderes enfatizaron la necesidad de lograr “una paz duradera basada en la justicia lo antes posible”, Kirill expuso la posición adoptada por la Iglesia Ortodoxa Rusa sobre los acontecimientos desde 2014, e hizo hincapié en que “toda persona debe tener derecho a confesar libremente su fe y hablar su lengua materna sin ser objeto de persecución política por ello”.