Entrevistas

Juan Pablo Faúndez: “La obra de Buttiglione busca posicionar a la pobreza como lugar teológico sin caer en un reduccionismo ideológico”





Este miércoles 23 de marzo, a l0.00 horas de Colombia y a las 16:00 horas de España, verá luz el libro ‘Caminos para una teología del pueblo y de la cultura’, de Rocco Buttiglione, exministro de Estado y vicepresidente de la cámara de diputados de Italia, prologado por el Papa Francisco.



Esta publicación fue encomendada a la Academia de Líderes Católicos de Latinoamérica y a la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso en Chile para recoger la evolución de la categoría “teología del pueblo”, acuñada en Argentina y que hoy tiene un alcance global gracias a su más insigne embajador, el propio Francisco.

Vida Nueva ha conversado con Juan Pablo Faúndez Allier, miembro del Comité Académico Internacional de la Academia de Líderes Católicos y director Cátedra Internacional de doctrina social de la Iglesia en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, quien ha estado al frente de todo el proceso editorial de esta obra.

Una síntesis evolutiva

PREGUNTA.- ¿Qué puede adelantar sobre este libro ‘Caminos para una teología del pueblo y de la cultura’ y cómo surge esta iniciativa?

RESPUESTA.- “Se trata de una obra inédita que recoge la madurez reflexiva del profesor Buttiglione. En ella se suscita una síntesis de su comprensión de la evolución de la Teología del pueblo que surge en Argentina y que hoy alcanza una dimensión global desde el Pontificado de Francisco.

Esta iniciativa editorial surge de la Academia de Líderes Católicos, a la cual pertenece el autor, y de la cual también formo parte de su Comité Académico Internacional. Desde aquellas instancias se propone el vínculo con la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y su editorial para concretar el proyecto”.

P.- ¿Cómo podrá adquirirse el libro?

R.- A partir de su lanzamiento internacional, el próximo miércoles 23 de marzo, contactando a www.euv.cl, pudiendo desde ese día también adquirir la obra digitalizada a través de Ebook desde cualquier lugar del mundo.

Pobreza como lugar teológico

P.- ¿Qué vigencia adquiere este tema en medio de la actual coyuntura postpandémica y hasta de conflictos nucleares?

R.- “Una de las claves de lectura de esta obra consiste en la reflexión sobre la identidad de la Iglesia y de su actuar desde la perspectiva de la pobreza: posicionar a la pobreza como lugar teológico sin caer en un reduccionismo ideológico que se desprenda de la teología de la liberación o de la teología de la secularización.

Y a consecuencia de la pandemia, estamos reconociendo y comenzando a conocer nuevas pobrezas que han causado inéditas e impensadas brechas tecnológicas, comunicacionales, sanitarias, entre otras.

Por ello, bajo las claves de un pueblo que sufre, y que hoy sufre nuevas pobrezas, como punto teológico de reflexión, se puede levantar un anuncio profético de salvación que nos lleva a ‘aggiornar’ la sensibilidad por la opción preferencial por los pobres que experimentan estas nuevas pobrezas pospandémicas, y también de existencia y movilidad, a consecuencia de esta nueva y dolorosa guerra que estamos presenciando, que envuelve una potencial amenaza nuclear.

Es un libro que entrega lúcidas claves interpretativas para entender las carencias contemporáneas”.

Olor a oveja franciscano

P.- ¿Qué novedades presenta el autor en este libro y por qué un líder católico o cualquier persona debiera leerlo?

R.- “A partir de la pobreza, el enfoque del análisis mundial se posiciona desde Latinoamérica. Esa nueva perspectiva geopolítica permite interpretar las relaciones internacionales, sus influencias, y la acentuación de los problemas no desde la perspectiva del primer mundo, sino desde la perspectiva del tercero.

Contar con esos ‘lentes’ que nos permiten ver y tocar ese ‘olor a oveja’ franciscano marca una inédita aproximación de interpretación política, histórica y hasta comunicacional, que por primera vez se enfoca desde unas carencias que reclaman ‘desde sí’ y no ‘para otros’, la opción preferencial por los pobres.

El Pueblo carenciado de Latinoamérica, bajo la perspectiva de Buttiglione, es desde donde se enfoca este problema. Por ello, es indudable que todo líder católico latinoamericano debiese leer esta obra, si lo que espera es a contribuir a aquella genuina superación de la pobreza, a través de las vías que posibilitan el desarrollo humano integral, que tan bien se describe desde Populorum progressio en adelante”.

Nuevas destrezas para ir al encuentro

P.- ¿Cómo replantear la ‘teología del pueblo’ para entender esta categoría desde el fenómeno de la virtualidad, internet y tecnologías (sociedad de la información)?

R.- “Para Guardini, uno de los autores de cabecera en la línea tratada por Francisco y Buttiglione, la persona y el Pueblo son categorías interdependientes. No hay persona sin un Pueblo y no hay un genuino Pueblo sin el reconocimiento de personas, en su identidad y dignidad, lo que implica más que el reconocimiento de meros individuos.

Uno de los efectos de la virtualización que termina por abordarlo todo en la sociedad de la información es, precisamente, la pérdida de la identidad y la dignidad personal a merced de la masificación de adhesiones a través de las redes que individuan pero despersonalizan.

Eso quiere decir que ir a buscar hoy a esa persona que ha sido Pueblo, pero que se ha convertido en individuo de la masa, requiere de nuevas destrezas que permitan desprenderse de la seguridad y el confort que se logra detrás de una pantalla.

Por tanto, la Teología del pueblo ha de leer y proponer aquel modo de promover la conexión efectiva e interpersonal, buscando suscitar lo genuino y especial que significa un encuentro auténticamente humano, lo que comprende olores, miradas indecisas y humanas incertidumbres: vida”.

Un gesto petrino

P.- El Papa Francisco ha introducido el libro, ¿qué significado tiene este gesto para la Academia y la difusión de esta obra?

R.- “Contaré una infidencia editorial. Ya estábamos en los plazos para ingresar a imprenta y aún no llegaba la prometida Introducción del Papa. Evidentemente, la obra de Buttiglione valía y vale por sí misma, con o sin esa pieza del Papa.

Pero al llegar aquella madrugada que nos hizo parar la impresión, que ya se iniciaba con el vacío de no haberse concretado aquel escrito, significaba que aquellas propuestas filosófico-teológicas del autor, de alguna manera quedaban “canonizadas” con la reflexión e interpretación petrina de la obra.

Para quienes entendemos el rol significante del Romano Pontífice ese fue, entonces, un acto de confirmación de Pedro. Quien nos alentaba a seguir delante en cada una de las etapas de publicación que seguían era el propio Francisco.

En relación con la Academia, es un preclaro gesto que simboliza el apoyo a esta instancia que sigue creciendo y estrechando vínculos interpersonales e institucionales en un cada vez mayor número de países y ciudades, por lo que se trata de un signo que hay que agradecer de manera formal. Pero también, nos motiva a entrar en la profundidad y mayor consciencia en cada uno de los fenómenos y los procesos sociales del occidente contemporáneo”.

Foto: Academia de Líderes Católicos

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