Quince víctimas de abusos sexuales en el seno de la Iglesia se sentarán mañana cara a cara con el presidente de la Conferencia Episcopal, Juan José Omella. Todas ellas forman parte de la Asociación Infancia Robada, la principal plataforma de víctimas de la pederastia eclesial en nuestro país.
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La cita tendrá lugar a primera hora de la tarde en la sede madrileña del Episcopado, donde acudirán acompañados tanto por la abogada de la entidad, Leticia de la Hoz, como de un sacerdote que les ha acompañado en su itinerario.
La vía de la discreción
Según ha podido confirmar Vida Nueva, no se trata del primer encuentro que el cardenal arzobispo de Barcelona mantiene en estas semanas tanto con colectivos de víctimas como con víctimas de forma individual.
Desde que saltara a los medios el testimonio del escritor Alejandro Palomas que desencadenó la intervención del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, así como la creación de la comisión del Defensor del Pueblo, el cardenal Omella ha abierto varias vías de diálogo con las víctimas, pero siempre desde la máxima discreción.
Fuera de la política
El purpurado lo ha hecho con una consigna: ni flashes ni photocall. Tal y como explican fuentes eclesiales a esta revista, el presidente de los obispos quiso huir en todo momento de poner el foco en las víctimas o generar la sensación de que simplemente buscaba una foto para salvar la tormenta mediática y política. Desde que saltara el caso Palomas, Omella viene denunciando además la necesidad de afrontar este problema fuera de tintes partidistas.
De hecho, en esta ocasión, ha sido Infancia Robada quien se ha hecho pública la reunión y no el Episcopado. En cualquier caso. La cita tendrá lugar cuando se cumple un mes de que los obispos encargaran una auditoría externa sobre la crisis de los abusos al bufete Cremades & Calvo-Sotelo.