El Vaticano llama a volcarse con los cristianos de Tierra Santa en la colecta del Viernes Santo. La Colecta pro Tierra Santa 2022, que tendrá lugar el próximo 15 de abril, es el momento en el que todos los católicos se hacen copartícipes del mantenimiento de los Santos Lugares.
El pasado año la Santa Sede recibió 5,5 millones de euros de parte de los fieles -un millón menos que el año anterior- con el que también se apoya la misión de la Iglesia local en el ámbito pastoral, educativo, asistencial, sanitario y social. En concreto, los territorios que se benefician de la solidaridad de los feligreses de todo el mundo son Palestina, Israel, Jordania, Chipre, Siria, Líbano, Egipto, Etiopía, Eritrea, Turquía, Irán e Irak, recientemente visitada por el papa Francisco.
Precisamente a las últimas peregrinaciones de Francisco -Irak, y Chipre y Grecia- se ha referido el cardenal Leonardo Sandri, prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales en su tradicional carta en la que pide el respaldo de todos los cristianos. “El Papa ha querido acercarse a algunos de los más pobres y afligidos por el dolor: nuestros hermanos de Irak. También en Chipre y después en Grecia, se ha encontrado con el sufrimiento de una tierra, de los pueblos, de los mismos creyentes en Cristo, que aún no pueden sentarse en la misma mesa de la Eucaristía, y de aquellos que, en gran número, han llegado allí buscando refugio y acogida”.
Para el purpurado argentino, “ante estos gestos del Santo Padre, que testimonian el deseo de cercanía, de encuentro, de llevar al menos un poco de alivio, como si fuese la caricia del Nazareno, hemos de tener –personalmente y como comunidades cristianas– la valentía de preguntarnos: ¿qué es lo que estoy viendo, de qué me estoy dando cuenta? ¿Cuál es la amplitud de mi mirada? En la Pascua hacia la que nos conduce el camino cuaresmal que hoy hemos comenzado a recorrer, ¿dejaré que el Señor pueda visitar mis y nuestras soledades? Y al Amor que vendrá a visitarme, ¿sabré responder con amor?”. Y ha rematado: “¡El amor no se paga sino con amor!”.
“La Iglesia sigue sufriendo especialmente en Medio Oriente, pero también en todos los otros lugares del mundo en los que la libertad de vivir la fe es conculcada e impedida: en muchos casos por la persecución, en otros por el ambiente hostil, frecuentemente por la globalización de la indiferencia, y también por la violencia de la guerra, de la que desgraciadamente la humanidad no parece saciarse jamás, como está ocurriendo ahora en Ucrania, lamenta Sandri.
En su misiva, el cardenal alaba la labor de los comisarios de Tierra Santa de la Orden de los Frailes Menores en todo el mundo. “En Jerusalén, en Belén y en otros muchos santuarios y monasterios de Tierra Santa, todos los días se celebra la liturgia y se reza por la Iglesia en todo el mundo. Y a nosotros se nos invita a que nos acordemos con el corazón y con un pequeño donativo de todas esos fieles que, con agradecimiento por nuestra generosidad, pronuncian nuestro nombre ante el Señor”, señala.