El papa Francisco ha presidido este viernes, 25 de marzo, la tradicional celebración penitencial de cuaresma en la basílica De San Pedro acompañado por prelados de la curia y un buen número de fieles. Un rito que ha incluido la confesión y absolución individual, según marca el ritual del sacramento.
Antes de proceder a escuchan un reducido número de fieles en confesión durante media hora larga, el propio Francisco ha acudido a confesarse. Lo ha hecho de pie con uno de los sacerdotes dispuestos en los confesionarios preparados para acoger a los fieles en lo que definió como el “sacramento de la alegría”.
Francisco apenas estuvo 3 minutos con el sacerdote en confesión. No es que se trate de una modalidad exprés de un sacramento que cuenta con algunas modalidades diferentes aprobadas; es que Francisco se confiesa semanalmante en su casa de Santa Marta. El Papa recibe habitualmente los martes por la tarde a su confesor y celebra en la intimidad de su hogar este sacramento.