En entrevista para Vida Nueva, el Secretario Ejecutivo de la Dimensión Familia de la Conferencia del Episcopado Mexicano, habla sobre los factores externos e internos que afectan a las familias
El Consejo Nacional de Población ha identificado algunas de las principales problemáticas que enfrenta actualmente la familia mexicana; entre ellas: violencia, maltrato a menores, alcoholismo, consumo de drogas, estrés e incremento de las enfermedades emocionales.
En este contexto, Vida Nueva conversó con el secretario Ejecutivo de la Dimensión Familia de la Conferencia del Episcopado Mexicano, el presbítero licenciado Miguel Ángel Soto Gaxiola, quien aseguró que en la medida que las familias se apliquen para crecer en educación, la violencia irá disminuyendo en la misma proporción.
Para el padre Soto Gaxiola, los problemas que enfrentan las familias mexicanas tienen que ver con factores tanto externos e internos.
Respecto a los factores externos, consideró que si bien son muy variados, el principal problema tiene que ver con la educación, aunque en los últimos dos años, por los tiempos difíciles, “hay quienes se preocupan más por la salud, otros por la economía o por el tema de la inseguridad”, manifestó.
En relación con los factores internos, dijo que las familias de México, aún en un mundo hiperconectado, necesitan recursos para dialogar, para compartir y crecer juntos.
“La pandemia sacó a relucir las deficiencias que se tienen a la hora de dialogar. Muchos matrimonios no saben escuchar, se desesperan al sentirse no tomados en cuenta. De ahí el desánimo y la falta de ternura que enriquece las relaciones”, dijo.
Sin embargo, para dar solución a todos los problemas –apuntó Soto Gaxiola- la fe juega un lugar importantísimo.
“Para mí no hay duda. Definitivamente, las dificultades no las enfrentan igual las familias que tienen fe, que a las que no la tienen. Lo que venga lo tenemos que enfrentar juntos y con mucha fe. Las adversidades nos hacen crecer. Esto, aunado a la experiencia que da el vivir juntos, que nos va enriqueciendo como familia”.
Este 2022, el padre Soto llegó al frente del secretariado Ejecutivo de la Dimensión Episcopal de Familia. Desde su punto de vista, los principales retos en esta área son trabajar en la promoción de los movimientos en todo el país, pues considera que en el equipo nacional hay movimientos con mucha riqueza, que se puede compartir.
Añadió: “Vamos también a vincular y a promover a nivel diocesano, provincial y nacional todos los recursos que puedan aportar los movimientos y grupos parroquiales de matrimonios. El gran reto será sin duda acompañar a estos movimientos y promoverlos”, añadió.
Para concluir, el padre Soto agradeció a todos los agentes de Pastoral Familiar que a lo largo de toda la República “hacen un trabajo extraordinario en la Evangelización de las familias. Estamos viviendo tiempos muy difíciles, remando contracorriente en temas de leyes opuestas al matrimonio natural, a la familia y a la vida”.
“En esta realidad, nos tocó ser cristianos. Pues con ánimo a seguir defendiendo a las familias. Que Santa María de Guadalupe interceda por nosotros”, finalizó.