María como mujer y madre; María en su dolor, María en su felicidad; María orante, callada, en silencio; María en su serenidad; María joven, ilusionada; María y su sonrisa; María y su ternura; María en su belleza… Artistas contemporáneos de muy diferentes disciplinas artísticas han aceptado el reto de interpretar a María con los ojos de un artista del siglo XXI. Así es la exposición Ella.
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María en el Arte Sacro contemporáneo, una propuesta de la Delegación de Fe y Cultura de la Archidiócesis de Toledo materializada hasta el 18 de abril en la Sala de Exposiciones del Arzobispado. Cuarenta expresiones artísticas que muestran a la madre de Jesús a través de diferentes técnicas artísticas: pintura, escultura, dibujo a lápiz, fotografía, y tocando también diferentes lenguajes artísticos, desde lo figurativo a lo abstracto.
Se trata de “que no tenga miedo la Iglesia de Toledo, una Iglesia de tradición milenaria, al arte actual”, opina Pilar Gordillo, delegada diocesana de Fe y Cultura. “Ha sido muy bonito y enriquecedor –añade– ver la respuesta de estos treinta artistas, creyentes y no creyentes, que han dicho sí a la llamada de la Delegación de Fe y Cultura y el resultado, la respuesta, es esta exposición”.
Un lugar de encuentro
Treinta artistas se dan cita en esta muestra que nos invita al silencio y la reflexión. La Sala de Exposiciones se transforma en un lugar de encuentro entre los nuevos lenguajes estéticos, los artistas de nuestro tiempo y su visión de María como mujer y madre de Dios. Artistas locales como Ricardo Plaza, religioso carmelita, Dalila del Valle o Carolina Espejo –que estará algunos días en la Sala pintando una obra dedicada a la Virgen– comparten espacio con artistas nacionales y de proyección internacional.
Dos de los conjuntos pictóricos más complejos, uno de ellos formado por más de 50 dibujos hechos a mano con lápices de colores, obra de Ana de Alvear, y un tríptico al óleo, obra de Constanza López Schlichting, han participado en importantes exposiciones y en las bienales europeas más prestigiosas. Otras dos esculturas, la Virgen de Hakuna y Santa María de la Paz, obra de Javier Viver, artista de reconocido prestigio, son un símbolo de la juventud católica en España.