El profesor ha expresado la necesidad de garantizar “una vida laboral digna para toda persona trabajadora”
“Algo tan ‘mundano’ como la reforma laboral debe interesar, y mucho, a la Iglesia, ya que afecta a la vida de millones de personas, y con especial afectación a quienes tienen mayor necesidad de protección, si queremos seguir siendo fieles a la doctrina social”. Así lo manifestaba el profesor Eduardo Rojo a Noticias Obreras, en una entrevista concedida con motivo de su intervención en la conferencia ‘La reforma laboral: repercusión en los colectivos más desfavorecidos¡, organizada por la Conferencia Episcopal.
Así, Rojo ha explicado que la reforma laboral de 2021, llevada a cabo por el actual Ejecutivo, es fruto “en primer lugar del acuerdo previo entre los agentes sociales, algo que no ocurrió en 2012 donde la decisión fue unilateral del gobierno”.
Introduce, de esta manera, según el experto, “un reequilibrio en las relaciones de trabajo en el ámbito de la negociación colectiva, al recuperar la ultraactividad de los convenios y suprimir la posible reducción salarial por aplicación prioritaria del convenio de empresa, además de dar un amplio espacio a la negociación colectiva para desarrollar las reformas operadas por el Real Decreto-Ley 32/2021″. De esta manera, “no da el poder a los sindicatos, sino que contribuye a un reequilibrio en las relaciones de trabajo, si bien ciertamente queda ahora por saber como se desarrollarán las negociaciones en el próximo futuro”.
Finalmente, el catedrático ha subrayado que “el primer reto a superar es tomar conciencia de la importancia del derecho al trabajo como un derecho de ciudadanía, y a continuación adoptar las medidas necesarias, tal como propugna la Organización Internacional del Trabajo, para que sea un trabajo decente, con derechos que permitan tener una vida laboral digna para toda persona trabajadora”.