Europa

La Malta de Pablo espera por cuarta vez al sucesor de Pedro

Francisco sigue la estela de Juan Pablo II, que estuvo en la isla en 1990 y 2001, y de Benedicto XVI, en 2010





Malta significa hospitalidad; etimológicamente, el origen de la palabra habría que traducirla como “refugio” o “puerto hospitalario”. Así lo afirmó el director de la Sala de Prensa Vaticana, Matteo Bruni, al presentar a los informadores el ya inminente viaje de Francisco al archipiélago maltés los días 2 y 3 de abril.



Y ese significado cuadra a la perfección con la frase de san Pablo, recogida en los Hechos de los Apóstoles, según la cual los malteses le trataron con “rara humanidad” cuando el barco que le conducía a Roma naufragó y tuvo que permanecer algún tiempo en la isla, aprovechando para fundar allí las primeras comunidades cristianas.

En todo caso, Malta puede sentirse orgullosa de haber acogido ya a un Pontífice romano en cuatro ocasiones, a la que hay que sumar la que ahora se dispone a protagonizar Jorge Mario Bergoglio.Juan Pablo II visitó el país del 25 al 27 de mayo de 1990 y, tres meses más tarde, el avión que le conducía a cuatro países africanos realizó una escala técnica en el aeropuerto de Luka. El Papa polaco realizó en Malta, los días 8 y 9 de mayo de 2001, la tercera y última etapa de su peregrinación con motivo del jubileo paulino que le había conducido antes a Grecia y Siria.

El 14º viaje apostólico de su sucesor, Benedicto XVI, también tuvo como meta Malta, donde permaneció los días 17 y 18 de abril de 2010; al final de su estancia recibió a un pequeño grupo de víctimas de abusos sexuales por miembros del clero; un encuentro estrictamente privado y calificado por los asistentes como muy emocionante; de hecho, hizo llorar a Ratzinger.

Programa del viaje

El programa del viaje que realizará Francisco tiene muchos puntos en común con el inmediatamente anterior. Su avión despegará a primeras horas del sábado 2 de abril y, después de un viaje de apenas hora y media, aterrizará en el aeropuerto internacional de Luka, distante diez kilómetros de La Valletta.

En diversas dependencias del Palacio del Gran Maestre, el Papa se entrevistará con el presidente de la República, George Vella, y con el primer ministro, Robert Abela –cuyo partido, el laborista, acaba de ganar las elecciones legislativas celebradas el domingo 27 de marzo–, así como con las autoridades civiles y el Cuerpo Diplomático, ante los que pronunciará el primero de sus cinco discursos.

Después de un almuerzo en la nunciatura apostólica –completamente renovada cuando era nuncio el vasco José Sebastián Laboa–, el Papa se embarcará en un catamarán que le conducirá a la isla de Gozo, la segunda del archipiélago, donde presidirá un encuentro de oración en el santuario mariano de Ta’Pinu, dedicado a la Asunción de la Virgen; se prevé la asistencia de varios miles de fieles.

Discurso de despedida

La jornada del domingo comenzará a las 7:45 horas de la mañana, cuando reciba en la nunciatura a los miembros malteses de la Compañía de Jesús. Poco después se dirigirá a la ciudad de Rabat. Allí se encuentra la gruta de san Pablo, donde, según la tradición, el apóstol de los gentiles vivió tres meses después de su naufragio.

Es considerada como la cuna del catolicismo maltés. La solemne eucaristía tendrá como escenario la gran Plaza de los Graneros en Floriana, a la que seguirá un encuentro con inmigrantes; el discurso previsto para este momento será, sin duda, uno de los más importantes de este viaje, que concluirá poco antes de las ocho de la tarde.

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Alicia Ruiz López de Soria, ODN







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