Tras la eucaristía en la Piazzale dei Granai de Floriana, Francisco ha agradecido al pueblo maltés la acogida recibida. Ha rezado el ángelus con los presentes, y ha recordado, como viene siendo habitual en las últimas semanas, la “tragedia humanitaria” provocada por la guerra de la “atormentada” Ucrania.
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De esta manera, el Papa ha animado a los cristianos a “no cansarse de rezar” y prestar su ayuda a quienes están sufriendo una guerra que, de nuevo, ha vuelto a definir como “sacrilega”.
Así, Francisco ha dirigido unas palabras a los ucranianos: “Que el Señor os acompañe y la Virgen os guarde. Rezamos ahora por la paz, pensando en la tragedia humanitaria de la atormentada Ucrania, aún bajo los bombardeos. No nos cansemos de orar y ayudar a los que sufren. ¡La paz sea con vosotros!”
¡Hablad con vuestros abuelos!
Durante su intervención, el Papa ha recordado que “la fe crece en la alegría y se fortalece en el don”. “Continuad la cadena de santidad que ha llevado a tantos malteses a entregarse con entusiasmo a Dios y a los demás”, ha animado al pueblo maltés.
Por último, el Pontífice ha dirigido unas palabras a los jóvenes del país del Mediterráneo. “Queridos amigos, comparto con ustedes lo mejor de la vida. ¿Sabes lo que es? Es la alegría de ‘gastarse’ en el amor, que es lo que nos hace libres. Pero esta alegría tiene un nombre: Jesús, les deseo la belleza de enamorarse de Jesús, Dios de misericordia, que cree en ustedes, sueña con ustedes, ama sus vidas y nunca los defraudará”, ha dicho el Papa, quien ha recordado, también, la importancia de “no olvidar las raíces”. “¡Hablad con los ancianos, con vuestros abuelos!”, ha animado el Papa a los jóvenes.