El arzobispo de Bogotá y presidente del Episcopado conversa con Vida Nueva tras regresar de su visita a Roma para encontrarse con Francisco con las elecciones de fondo
Cuarenta minutos de “una conversación abierta, serena y sincera” entre la directiva de la Conferencia de Obispos de Colombia y el papa Francisco. Así fue el encuentro “no agendado y sin mayores formalidades”, realizado el 24 de marzo de 2022. Sobre la mesa, las elecciones presidenciales y el proceso sinodal.
Luis José Rueda, arzobispo de Bogotá y presidente del Episcopado, en conversación con Vida Nueva, resalta el fraterno gesto: “El Papa que conoce la realidad colombiana y ama a este país, espera que nosotros, los colombianos, en una decisión libre y responsable, asumamos los destinos de nuestra nación”. En mayo será la primera vuelta de las presidenciales en un clima polarizado. Por eso, Rueda insiste a la ciudadanía, junto con sus hermanos obispos, tomar una decisión apelando “siempre el bien común, donde la política esté al servicio del bien de todos con unos valores de fondo que sostengan la vida”.
Rueda ha calificado de maravilloso este encuentro, porque “hemos regresado con la esperanza puesta en Dios y hemos revivido nuestra comunión eclesial con el Sucesor de Pedro”; de hecho, confirma que desde “2012 no hemos tenido una visita ad limina”. Por tanto, señaló que Francisco “ha manifestado su interés para que nosotros como Episcopado podamos realizar esta visita en los años venideros. Puede ser al final de este año o el próximo año para que podamos recibir todos los obispos, de voz de nuestro querido Santo Padre, el mensaje para la Iglesia colombiana”.
Además, participaron Omár Sánchez Cubillos, arzobispo de Popayán y vicepresidente, y Luis Manuel Alí, obispo auxiliar de Bogotá y secretario general. Al respecto, Rueda explica que presentaron a Jorge Mario Bergoglio los avances de la consulta diocesana del Sínodo de la Sinodalidad que “hemos asumido con responsabilidad propiciando una escucha entre nosotros y una valoración de lo que somos para hacer el esfuerzo de discernir qué es lo que el espíritu quiere para la Iglesia de Colombia”.
En esta dinámica, han convocado a diversos sectores, entre los que destacan los obispos eméritos, quienes “tienen tanta sabiduría por el camino recorrido y de servicio a las poblaciones en territorios y a la comunidad de fe que peregrina en Colombia”, iniciativa con la que han ganado elogios del Papa.
Por otra parte, el arzobispo de Bogotá reiteró “la comunión total” que los prelados colombianos tienen con el Sumo Pontífice, sobre todo en pos de seguir forjando los caminos de la paz que “el pueblo anhela tanto” y “asumir la responsabilidad de nuestro pastoreo con alegría todos los días sabiendo que le servimos a Cristo Jesús”, toda vez que “agradecemos por mostrarnos ese camino sinodal y que nos haya puesto en una Iglesia en salida, misionera, para escuchar, atender a todos los seres humanos y acompañar a todos aquellos que están en el camino de nuestra existencia”.
Rueda asegura que “esa riqueza de lo que está viviendo nuestro pueblo colombiano en parroquias rurales y urbanas” junto con “los desafíos que tenemos en la evangelización” son semillas de esperanza. Los obispos colombianos han expresado sus preocupaciones por el bajonazo de vocaciones ante lo cual “él nos dijo, con serenidad y con sabiduría, que sigamos orando al Buen Pastor, que se encargará de responder la plegaria del pueblo que necesita hombres y mujeres consagrados al servicio del Evangelio y del Reino de Dios”.