Con la aplicación de esta norma fueron expulsados aproximadamente 1.7 millones de migrantes al intentar ingresar a la Unión Americana
La administración de Joe Biden anunció recientemente que, a partir del próximo 23 de mayo, ya no se aplicará la norma denominada Título 42, que se implementó en 2020 para evitar la propagación del Covid-19 en territorio estadounidense.
Debido a la aplicación de dicha norma fueron expulsados automáticamente casi 1.7 millones de migrantes durante los últimos dos años, al querer ingresar a Estados Unidos por las fronteras con México y Canadá; la excepción fueron los menores no acompañados.
Y es que, con la aplicación del Título 42, el Departamento de Seguridad Nacional anuló procedimientos de inmigración normales y se eludieron las protecciones del debido proceso, devolviendo por la fuerza a personas vulnerables a sus lugares de origen.
Tras darse a conocer la determinación del gobierno de Biden, el presidente del Comité de Migración de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB), el obispo auxiliar de Washington, Mario E. Dorsonville, aseveró:
“Damos la bienvenida al final de esta política dañina. Mis hermanos obispos -a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México- y yo, hemos pedido durante mucho tiempo políticas que estén respaldadas por fundamentos científicos sólidos, respeten la dignidad intrínseca de los migrantes, preserven la vida humana y proporcionen una inmigración segura, ordenada y humana, al tiempo que reconocemos el derecho de las naciones a mantener sus fronteras”.
Para el obispo Dorsonville “cualquier aumento percibido o real de migrantes vulnerables que busquen refugio en nuestra frontera en los próximos meses, no será un resultado directo de este cambio. Muchos ya están en nuestra puerta, habiendo sido forzados a languidecer en México por tiempo indefinido, incapaces de aprovechar la oportunidad de buscar protección de acuerdo con las leyes estadounidenses e internacionales”.
Y advirtió: “La persecución, la violencia, los desastres naturales y otras causas profundas de la migración seguirán obligando a las personas a buscar protección hasta que se emprendan esfuerzos más firmes para abordarlas”.
Ante esta situación, los obispos instaron a la administración Biden a implementar un plan integral para la frontera que asegure el trato humano de todas las personas, al tiempo que salvaguarde el debido proceso.
“Esto solo se puede lograr con éxito a través de preparativos dirigidos por el gobierno realizados en estrecha coordinación con las comunidades fronterizas y la sociedad civil en todo el país, especialmente las organizaciones que brindan apoyo humanitario”.