María Jesús Barrera es técnico en cuidados auxiliares de Enfermería del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla. A sus 51 años es, además, paciente oncológica en la misma planta del hospital donde ha trabajado los últimos cuatro, si bien a principios de marzo finalizó su tratamiento. Ella es la propulsora de una bonita iniciativa que tienen junto con la planta de Traumatología, relatada por ABC, nacida a consecuencia de la pandemia y que incluye la imagen de una Virgen que encontró en la basura de un quirófano.
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Fue en 2016 cuando María Jesús hizo el descubrimiento. Pidió a su jefe que le permitiese llevársela a casa, y allí permaneció hasta finales de marzo de 2020, cuando los pacientes comenzaban a llenar todas las plantas del hospital. Por esta situación, la planta de Oncología se trasladó a la tercera, donde se encontraba Traumatología, y donde María Jesús se encontró con una imagen de la Virgen del Rocío, que los profesionales de Traumatología, a los que trasladan a la cuarta planta, se llevan consigo.
Dos ‘procesiones’ al año
Fue en ese momento cuando ese le ocurrió llevar al hospital la imagen que tenía en casa. Cuando las unidades trasladadas regresaron a su planta original, Aurora Aranda, jefa de bloque de Traumatología, preguntó a María Jesús si se llevaría de allí a la Virgen, a la que habían cogido gran cariño. Así, a María Jesús se le ocurrió un reparto equitativo: la imagen estaría seis meses cada unidad.
Desde entonces, la imagen se traslada en ‘procesión‘ cada 24 de junio y cada 22 de diciembre. La ponen en un carrito sobre un paño morado, y la trasladan acompañada de varios profesionales de ambos servicios, pasando por las habitaciones de muchos pacientes que, en algunos casos, están en sus últimos días.
