El Papa aún podría viajar a Kiev. Así lo ha afirmado el cardenal secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolin, en declaraciones recogidas por Aica en las que subrayó, en todo momento, que “hay que hacer todo lo posible para evitar una escalada de violencia en Ucrania”.
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“El viaje no es prohibitivo, se puede hacer. Se trata de ver qué consecuencias tendrá este viaje, evaluando si realmente puede contribuir al final de la guerra”, añadió el purpurado. Asimismo, recordó que “la respuesta armada de manera siempre proporcional a la agresión, como nos enseña el Catecismo de la Iglesia católica, puede conducir a una ampliación del conflicto que puede tener consecuencias desastrosas y mortales”.
El debate se aviva, además, cuando hace apenas unos días se producía la masacre en Bucha contra la población civil por parte del ejército ruso, sentenció el cardenal. “Es inexplicable que esto esté pasando contra la población civil. Realmente creo, como muchos señalaron, que estos episodios marcan un punto de inflexión en esta guerra. Y espero que lo marquen en sentido positivo, es decir, que hagan reflexionar a todo el mundo sobre la necesidad de acabar cuanto antes con los combates y no que endurezcan las posiciones como temen algunos”.
Por otro lado, Parolin ha aclarado que, para que Francisco viaje a Kiev “tiene que haber condiciones. Que parecen estar ahí, porque del lado ucraniano siempre nos dieron amplias seguridades de que no habría peligros y se hace referencia a los viajes que hicieron otros líderes y que aún se están haciendo”.
“Ciertamente”, añadió Parolin, “el Papa no iría a tomar posición ni a favor de uno ni de otro, como siempre hizo en esta situación que se ha presentado. No obstante, este aspecto también debe tenerse en cuenta en la consideración global de la posibilidad de realizar o no el viaje”.
Viaje de Gallagher
En cuanto al trabajo de la diplomacia vaticana -un trabajo ininterrumpido, como afirmó el papa Francisco en el vuelo de regreso de Malta-, el cardenal Parolin explicó que, aunque de momento no hay “iniciativas particulares”, “sigue siendo válida la disponibilidad ya ofrecida” hace algún tiempo para una actividad de mediación o cualquier otra forma de intervención que pudiera, por un lado, facilitar el alto el fuego y, por otro, el inicio de las negociaciones”.
Una hipótesis concreta sigue siendo entonces una viaje a Kiev de monseñor Paul Richard Gallagher, Secretario de Relaciones con los Estados. Invitado incluso antes del estallido de la guerra. “Monseñor Gallagher -dijo Parolin- podría estar en Ucrania “en un futuro próximo”. “No creo, sin embargo, que se haya fijado una fecha”.