El limosnero apostólico viaja de nuevo a Ucrania para entregar una segunda ambulancia donada por el Papa y preparar el terreno de cara a una posible visita del Pontífice, en la que “están pensando”
“Yo llevo la cercanía, la solidaridad y la palabra del Papa. Voy a Kiev para entregar un regalo del Pontífice destinado a ayudar a los heridos y a quienes sufren. Es un gesto de generosidad práctica y, al mismo tiempo, de profunda sensibilidad, porque todos los que serán socorridos en esta ambulancia serán simbólicamente acogidos por los brazos del Papa”, comentó Krajewski en una entrevista con el diario italiano ‘La Repubblica’.
Jorge Mario Bergoglio, que durante la celebración del Domingo de Ramos pidió una “tregua pascual” en Ucrania, ha estado junto a los ucranianos “desde el inicio de la guerra” el pasado 24 de febrero, afirmó el limosnero apostólico, destacando los intentos del Pontífice para poner fin a este conflicto bélico. “Yo hago lo que me dice el Papa para ayudar a los pobres, necesitados y a quienes sufren en cualquier parte del mundo y ahora en Ucrania”.
Al ser preguntado por la posibilidad de que esta nueva estancia en Ucrania sirva para preparar una visita del obispo de Roma, como le ha pedido el presidente de este país, Volodímir Zelenski, Krajewski confirmó que se está trabajando en ese posible viaje. “Lo están pensando y veremos lo que deciden”, afirmó, recordando que durante el reciente desplazamiento a Malta, Bergoglio dejó abierta la puerta a una visita a Kiev. “Mientras tanto el Santo Padre siempre está con los ucranianos que sufren con la oración y con los llamamientos a la paz y al alto el fuego”.
Durante esta Semana Santa, el purpurado polaco presidirá las celebraciones de la Pascua y participará en las estaciones del Vía Crucis en Ucrania junto al nuncio apostólico en Kiev. En estas ceremonias en las que se recordará “el suplicio de la Cruz” resultará “imposible no sentir y ver el sufrimiento de los ucranianos”. Krajewski invitó a los fieles a que recen por la paz en este país de Europa Oriental, para que cesen de una vez los “sufrimientos más atroces y las ofensas injustas”.