El secretario particular del Papa emérito denuncia acusaciones ofensivas contra Ratzinger
El secretario personal de Benedicto XVI, Georg Gänswein, está convencido de que hay “un plan diabólico” para minar la credibilidad del Papa emérito. Así lo ha expresado en una entrevista con la revista italiana Oggi, cuando apenas quedan unos días para que Joseph Ratzinger cumpla 95 años el próximo 16 de abril.
Para el arzobispo alemán, los errores en el escrito que Benedicto XVI aportó al informe de abusos de la archidiócesis de Munich se convirtió en la excusa para arremeter contra él: “En el mundo de habla alemana hay una tendencia que intenta atacar el pontificado y la obra teológica de Ratzinger y también dañar a la persona. Gänswein llega a decir a la publicación que “habrían encontrado otros puntos de partida para atacar. Casi parece que los hechos contenían un plan diabólico”.
Durante la entrevista, el prelado alemán defiende la tolerancia cero contra la pederastia eclesial encabezada por Benedicto XVI y no duda en entrar al trapo con respecto a la polémica del libro sobre el sacerdocio publicado por el cardenal Sarah, en el que no pocos apuntaron al propio Gänswein como causante del malentendido sobre las intenciones de dicho manual para presionar a Francisco: “Había un deseo de enfrentar al Papa y al Papa emérito. Son controversias ingeniosamente montadas por aquellos que tienen interés, incluso dentro de la Iglesia, en crear enfrentamiento”.
“También hay quienes me culparon de acoger peregrinaciones antibergoglianas a la Mater Ecclesiae –el monasterio donde reside Benedicto XVI–. Una acusación ofensiva y ridícula”, añade a este respecto.
Es más, en aquel arranque de 2020 se dio por hecho que Francisco le otorgó vacaciones indefinidas como prefecto de la Casa Pontificia como respuesta a estos tejemanejes. “El consejo de Francisco de dedicarme a mi trabajo como secretario del Papa Emérito tenía como objetivo evitar la instrumentalización”, dice ahora un Gänswein más diplomático, que en otras entrevistas que había asumido la decisión de Francisco como un castigo.
En relación al estado de salud del Papa emérito, su secretario personal le ve “débil en lo físico, pero la cabeza siempre le funciona muy bien”. En este sentido, considera que le ayuda ser “metódico” en su día a día, concelebrando la misa a la 7:30 para después escuchar música. “Ha retomado su habitual paseo por los Jardines Vaticanos”, asegura.