“Ante la muerte, el silencio es más elocuente que las palabras. Detengámonos entonces en un silencio orante y que cada uno en corazón que rece por la paz en el mundo”. Esta fue la invitación que el periodista Orazio Coclite hizo en el Vía Crucis del Coliseo al llegar a la 13ª estación. Dejando de lado la meditación preparada para contemplar el pasaje del evangelio de la muerte de Jesús, en mitad de un inmenso silencio en la explanada en el anfiteatro Flavio y el templo de Venus, todas las miradas se centraron en el abrazo en la cruz de dos amigas: Irina, de Ucrania, y Albina, de Rusia, ambas sanitarias del Bio-Medico Campus Hospital de Roma donde viven desde hace dos décadas.
- PODCAST: Via Crucis informativo
- ¿Quieres recibir gratis por WhatsApp las mejores noticias de Vida Nueva? Pincha aquí
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
Boicot al Vía Crucis
Ahora bien, los seguidores de los medios católicos implantados en Ucrania no han podido seguirlo en directo,primando la opinión de que este gesto no transmitía la reconciliación o la fraternidad. Según el Religious Information Service of Ukraine (RISU), emisoras web como Live TV –la emisora oficial de la Iglesia greco-católica ucraniana–, en canal de la revista católica ‘CREDO’, Radio María y EWTN Ucrania se han sumado al boicot a la transmisión. También la web del RISU ha rechazado emitir el Via Crucis en esta ocasión, frente a lo que era su costumbre.
Obispos del rito latino y el rito oriental habían criticado este gesto en plena ofensiva rusa, algo que también compartió el nuncio Visvaldas Kulbokas. Tampoco la Iglesia ortodoxa ucraniana vio con buenos ojos este gesto, a su juicio, de “reconciliación forzada”. Por el contrario, todos estos medios dieron amplia cobertura a la consagración de Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María realizada por el papa Francisco el pasado mes de marzo.
Por su parte, los medios vaticanos han intensificado las transmisiones en ruso y en ucraniano a través de todos los medios. Han ofrecido la transmisión en ambos idiomas y han multiplicado su cobertura en onda corta para que los fieles puedan seguir las principales celebraciones papales.