Más de 150 palestinos y 3 policías israelíes heridos y unas 400 detenciones. Es el balance de los disturbios que han tenido lugar este Viernes Santo en Jerusalén, en un enfrentamiento entre palestinos y la Policía de Israel en la Explanada de las Mezquitas.
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Según la versión de las autoridades israelíes, el detonante fue una marcha que tuvo lugar a primera hora de la mañana cuando un grupo de personas marcharon por la zona ondeando banderas de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
El lugar sagrado
A partir de ahí, la policía justifica su intervención por el lanzamiento de piedras y artefactos incendiarios por parte de cientos de manifestantes palestinos. Los incidentes se extendieron además dentro de la propia mezquita de Al Aqsa, tercer lugar más sagrado del islam y donde las fuerzas de seguridad israelíes no suelen entrar.
Pero, ¿cuál es el origen de este desencuentro? Este altercado sería la consecuencia de una oleada de violencia creciente en los territorios ocupados de Cisjordania, donde se han alternado los ataques por parte de los palestinos con redadas del ejército israelí. En esta espiral del conflicto, se confiaba que la Ciudad Santa quedara al margen. Lamentablemente no ha sido así.
