En torno a las cinco y media de la tarde, comenzaron a sonar los acordes de ‘Brividi’, la canción que representará a Italia en el festival de Eurovisión. En ese momento, Blanco irrumpió en la plaza de San Pedro, donde le esperaban más de 50.000 adolescentes llegados de todos los puntos de Italia para participar en el primer encuentro multitudinario de jóvenes que se organiza en el Vaticano tras la pandemia.
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El artista italiano, considerado el ídolo de las nuevas generaciones, se movió con total naturalidad a lo pies del estrado que habitualmente sirve como altar para las celebraciones papales, pero también bajó para acercarse al público que le jaleaba en los cuadrantes por donde luego verían pasar a Francisco con el papamóvil.
Blanco, que ejerció como telonero del Papa, es el ganador del reciente festival de San Remo, en el que participó de la mano de Mahmood. Juntos, competirán en el próximo festival de Eurovisión que se celebrará el sábado 14 de mayo partiendo como favoritos, junto a las representantes sueca Cornelia Jakobs y la española Chanel.
El responsable de la pastoral con jóvenes de la Conferencia Episcopal Italiana, Michele Falabretti, justificó la presencia del cantante de 19 años en tanto que “es el intérprete de los adolescentes italianos”. Eso sí, aclaró que Blanco “no se reunirá con el pontífice”.
Por su parte, el artista que es triple platino con su álbum Blu celeste, confesó tras su actuación en redes sociales la emoción que le provocó actuar en un escenario tan singular: “Os amo. No tengo palabras. Gracias a todos por esta oportunidad”.