Esta tarde, el Papa se ha reunido con los adolescentes de las diócesis italianas en la Plaza de San Pedro con motivo de la peregrinación a Roma
“Esta plaza lleva mucho tiempo esperando ser llenada con vuestra presencia, vuestros rostros y vuestro entusiasmo”, así comenzaba el papa Francisco sus palabras dirigidas a los jóvenes de las diócesis italianas que se han reunido este lunes de Pascua en la plaza de San Pedro por primera vez tras dos años de pandemia.
“Europa vive una terrible guerra, mientras continúan las injusticias y la violencia en muchas regiones de la Tierra que destruyen al hombre y al planeta”, ha afirmado el Papa, quien ha reconocido que, a menudo, son los propios jóvenes quienes “quienes pagan el precio más alto: no solo se compromete su existencia y se vuelve insegura, sino que se pisotean sus sueños para el futuro”.
“Hay momentos en que la vida nos pone a prueba, nos hace tocar nuestras fragilidades y nos hace sentir desnudos, desamparados, solos”, ha continuado Francisco. “No os avergoncéis entonces de decir: ¡Tengo miedo!”, porque “la oscuridad asusta a todos, como cuando éramos niños y queríamos dormir con la luz encendida o en la cama de los padres”.
“La oscuridad nos pone en crisis, especialmente cuando levantamos las redes y están vacías. Entonces no entendemos, nos preguntamos por qué… Pero después de la noche viene el día, siempre. Y la vida nos sorprende justo cuando no lo esperábamos”, ha aseverado el Papa.
Haciendo referencia al evangelio leído durante la celebración, en el que Jesús se encuentra con los apóstoles en el mar de Galilea una vez resucitado, Francisco ha recordado que “tan pronto como Juan grita: ‘¡Es el Señor!’, Pedro se arroja al agua”. “En este impulso inmediato”, ha dicho el Papa, “está todo el amor generoso de Simón llamado Pedro”.
En este sentido, Francisco ha animado a los jóvenes a tener el coraje de Pedro. “Es normal tener miedo, ¡pero a veces hay que perder el equilibrio y sumergirse para vivir! ¡Especialmente cuando sientes que es Jesús! Sumérgete con valor cuando escuches su voz en tu corazón, cuando lo reconozcas en el rostro sufriente del hermano que está a tu lado”.
Asimismo, ha recordado que, mientras está sentado con los discípulos, Jesús pregunta a Pedro si le ama, después de que éste le hubiera negado tres veces. “¡Jesús te pregunta si lo amas porque él te ama! Incluso cuando lo niegas, incluso cuando no tienes tiempo para él, cuando te olvidas de Él. ¡Él siempre te ama! Y él conoce a cada uno de ustedes. Los medios dirán esta noche que hubo miles de niños aquí hoy”.
“Vivimos en una época llena de incógnitas”, ha reconocido Francisco. “Todo lo que creíamos imposible está sucediendo ante nuestros propios ojos y nos involucra. Pero no podemos desanimarnos, ni dar la espalda”, ha aseverado, porque “sois la esperanza de un mundo mejor, de una Iglesia más viva, sois el presente y el futuro”.
Por último, Francisco ha recordado que la construcción de la paz “comienza desde lo pequeño de nuestras relaciones, desde el cuidado de los sentimientos que cultivamos en nuestro corazón, desde la sensibilidad ante los sufrimientos que encontramos. La paz comienza con nosotros”.