La Iglesia católica y la anglicana, unidas contra las deportaciones forzosas a Ruanda de Boris Johnson

Los arzobispos de Westminster y Canterbury han criticado en sus homilías de Pascua el plan contra la migración ilegal del Gobierno de Reino Unido

La Iglesia católica y la anglicana, unidas contra las deportaciones forzosas a Ruanda de Boris

Después de dos años de pandemia, los arzobispos de Westminster (católico) y Canterbury (anglicano) dirigieron sus homilías de este domingo de Pascua a unos templos completamente llenos de fieles. Y ambos aprovecharon la ocasión para clamar contra las políticas migratorias que Reino Unido pretende poner en marcha, tal como recoge The Tablet.



Y es que, el pasado 14 de abril, el Primer Ministro británico, Boris Johnson, anunciaba que, a partir de ahora –y con carácter retroactivo desde el 1 de enero de 2022– cualquier persona que cruzase el Canal de la Mancha de forma ilegal hacia Reino Unido podría ser deportada a Ruanda, país con el que su Gobierno ha llegado a un millonario acuerdo para que acoja a los migrantes.

Esta medida ha sido ampliamente criticada por distintos organismos, como Amnistía Internacional, cuyo director ha advertido de la “irresponsabilidad” que supone enviar a estas personas vulnerables a un país con un historial en Derechos Humanos como es Ruanda.

Unidos contra el plan de Johnson

En este contexto, el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, señaló en su homilía que existen “cuestiones éticas serias” sobre el envío de solicitantes de asilo al extranjero planteado por el católico Boris Johnson. “Esta medida no puede llevar el peso de nuestra responsabilidad nacional como país formado por valores cristianos, porque subcontratar nuestras responsabilidades, incluso a un país que busca hacer las cosas bien como Ruanda, es lo opuesto a la naturaleza de Dios, ya que él mismo tomó responsabilidad de nuestros fracasos”.

“Vemos más que un eco del Éxodo en los millones de personas que se mueven por la faz de nuestra tierra, algunas huyendo de la violencia, otras de la pobreza o de los efectos del cambio climático”, dijo en Westminster el cardenal Vincent Nichols. “Los vemos explotados por traficantes de personas y por quienes los trafican a la esclavitud moderna, delitos que debemos combatir”.

“Sabemos los enormes desafíos que hay, a nivel internacional, para encontrar respuestas a este problema, respuestas que deben coincidir con el deseo de ayudar con los recursos limitados sobre los que hay tantas llamadas”, continuó. “Oramos por aquellos cuyo objetivo cada día es simplemente sobrevivir. Y rezamos para que quienes buscan soluciones lo hagan con compasión y con respeto por la dignidad que es innata a todo ser humano. El anuncio de política de esta semana simplemente carece de estas cualidades”.

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