Una joven de 16 años originaria de Karachi es la última víctima de la persecución a los cristianos en este país asiático, donde se estima que cada año se producen unos 2.000 casos como este
Un nuevo caso de una menor de edad obligada a casarse con el hombre que la violó ha sacudido a los miembros de la comunidad cristiana de Paquistán, que con sus alrededor de 3,7 millones de fieles de distintas Iglesias, suponen el 1,6% de la población de un país mayoritariamente musulmán. La joven se llama Meerab Mohsin, tiene 16 años y vive en Orangi Town, un suburbio al noroeste de Karachi que está considerado uno de las barrios marginales más grandes de Asia con sus 2,4 millones de vecinos en un territorio de 32 kilómetros cuadrados.
El supuesto agresor de Meerab Mohsin se llama Noman Abbas y la habría violado para empujarla a que se casara con él y tuviera que convertirse a la fuerza al islam. Según una nota de Aiuto alla Chiesa che Soffre, la rama italiana de Ayuda a la Iglesia Necesitada, Abbas ya contaría con antecedentes penales al haber vendido anteriormente a dos jóvenes con las que se habría casado a la fuerza después de haberlas violado. Aquellos dos sucesos habrían tenido lugar en la región del Punjab, donde habría sido llevada igualmente Mohsin, aunque luego logró escapar y se encuentra ahora con su familia.
La abogada de la joven, Tabassum Yousaf, ha presentado su caso ante la Alta Corte del Sindh, la provincia a la que pertenece Karachi, que ya limitó en 2013 los matrimonios infantiles para evitar que se produjeran casos como éste de bodas forzadas, que tristemente resultan habituales para las minorías religiosas de Paquistán. Mohsin ha sido sometida a exámenes médicos para certificar tanto su minoría de edad como los abusos sexuales sufridos.
Según las estimaciones ofrecidas por Aiuto alla Chiesa che Soffre, cada año se producen en este país asiático unos 2.000 casos como el de esta joven, aunque la cifra real podría ser mucho mayor porque no todas las personas se atreven a denunciar lo sucedido. Esta organización cuenta con un fondo especial dedicado a la protección de las mujeres cristianas paquistaníes para brindarles tutela legal en estos casos y evitar que acaben siendo víctimas de secuestros y matrimonios y conversiones forzadas.