El premio de Ensayo Teológico Joven PPC 2020 por su libro ‘Internet y vida contemplativa’ ha participado en la 51ª Semana Nacional de Vida Consagrada
“Internet es un continente, el más habitado del mundo”. Así ha comenzado fray Abel de Jesús, premio de Ensayo Teológico Joven PPC 2020 por su libro ‘Internet y vida contemplativa’, su intervención en la 51ª Semana Nacional de Vida Consagrada, titulada ‘El planeta invisible: el ciberespacio y los consagrados’.
“Es una mediación de la existencia que ha transformado el modo que tenemos de relacionarnos”, ha continuado, advirtiendo de que “esto representa una serie de desafíos a la Vida Consagrada sobre los que a lo mejor no hemos reflexionado”. “La Iglesia tiene que estar atenta a los signos de los tiempos para interpretarlos a la luz de los tiempos”, ha aseverado.
Asimismo, fray Abel de Jesús ha dado algunas pinceladas acerca de cómo deben acercarse las comunidades religiosas a internet y a los jóvenes y su forma de entender el mundo. “Ahora mismo todos los colectivos que quieren hacer presencia en internet van a lo concreto”, ha explicado. “De cara a una pastoral vocacional hay que invertir tres cosas: tiempo, dinero y personas. Si uno piensa que los jóvenes o las vocaciones son lo más importante pero no dedicas estas cosas no se le está prestando atención a la pastoral vocacional digital”.
Por otro lado, ha añadido que “a veces se piensa que el hermano o hermana más joven es el más preparado”, pero también puede ser “el que está más expuesto a los peligros de internet”. Finalmente, ha matizado que “hay que establecer tiempos y espacios para vivir en internet y que tener en cuenta que la estética es lo importante”.
En la mesa redonda ha participado también Birgit Weiler, desde la Pontificia Universidad de Perú, quien, en este Día de la Tierra, ha reflexionado acerca de la propuesta de la ‘casa común’ aplicada a la vida consagrada. “Tenemos que sanar nuestras relaciones entre nosotros y con la tierra. Tienen que ser transformadas como la ecología integral nos invita a hacer”, ha señalado.
En cuanto a internet, la religiosa ha invitado a plantearse “cómo habitamos ese espacio”. “Internet es importante, pero tiene un coste ecológico para la tierra. Tenemos que saber que estos bienes son cada vez más escasos para la tierra”, ha apuntado.
Por su parte, el jesuita Bert Daelemans ha profundizado en el reto de construir nuevos espacios significativos para la vida religiosa. Y, así, ha invitado a la reflexión: “¿En qué espacio se hizo atractiva la vida consagrada para nosotros? Esto depende de cómo cultivemos los espacios. Yo creo que profético para hoy es nuestra familiaridad con el misterio. La dimensión contemplativa y comunitaria, cómo vivimos y habitamos estos espacios”.