En una entrevista a un diario argentino aclaró algunos puntos sobre la función del Vaticano en el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania y respondió algunos cuestionamientos
En una entrevista a Joaquín Morales Solá, del diario La Nación, el papa Francisco se refirió a la actual situación bélica de Europa y aclaró algunas afirmaciones sobre el periodismo.
El periodista detalló que se lo vio con el “mismo rostro lozano” que cuando lo eligieron Pontífice, hace nueve años. Sin embargo, se lo ve renguear por el desgarro en el ligamento de la rodilla. Francisco le comentó su negativa ante una posible infiltración y su preferencia a tomar analgésicos y ponerse hielo en la zona afectada: “La recuperación de los ligamentos es lenta a esta edad”. “Pasará”, expresó.
“Las guerras son anacrónicas en este mundo y a esta altura de la civilización”. Así se refirió el Papa al ser consultado sobre si se justificaba este conflicto porque la seguridad rusa se ponía en peligro ante la entrada de Ucrania a la OTAN. También comentó que besó públicamente la bandera de Ucrania, en un gesto de solidaridad con sus muertos, con sus familias y con los que sufren la emigración.
Ante el cuestionamiento sobre por qué no menciona nunca ni a Rusia ni a Putin, Francisco explicó que el Papa nunca nombra a un jefe de Estado ni mucho menos a un país, que es superior a su jefe de Estado.
Con respecto a su visita a la embajada de Rusia en el Vaticano, expresó que fue una decisión personal. No quiso que nadie lo acompañe. “Para serle sincero, quisiera hacer algo para que no haya una sola muerte más en Ucrania. Ni una más. Y estoy dispuesto a hacer todo”.
Ante la consulta sobre el motivo por el que aún no fue a Kiev a visitar a la gente común que lo espera, indicó que no puede hacer nada que ponga en riesgo objetivos superiores: el fin de la guerra, una tregua o, al menos, un corredor humanitario. ¿De qué serviría que el Papa fuera a Kiev si la guerra continuara al día siguiente?, cuestionó.
En cuanto a las gestiones de mediación, aseveró que el Vaticano no descansa nunca. Si bien los detalles no los puede brindar, los intentos no cesarán nunca.
Sobre su relación con el patriarca Kirill, lamentó que la diplomacia del Vaticano haya cancelado la reunión programada para junio en Jerusalén porque entendió que, en estos momentos, el encuentro podía confundir. Dijo que siempre promovió el diálogo interreligioso, y que de esta iniciativa se siente orgulloso y trata de replicarla en el Vaticano. Reiteró que para él, el acuerdo es superior al conflicto.
Morales Solá le hizo conocer su sorpresa cuando leyó algunas afirmaciones que había hecho sobre el periodismo. Se supo que le había escrito a un comunicador que a los periodistas les gusta la “coprofilia”. Francisco aseveró: “nunca hice semejante acusación contra todo el periodismo”, y que solo señaló algunas tentaciones a las que puede verse expuesto un periodista, un sacerdote y hasta el mismo Papa.
Recordó que la primera vez que habló de la tentación de la “coprofilia” fue, hace 20 años, ante la Asociación de Entidades Periodísticas Argentina (Adepa). De las cuatro tentaciones que le marcó al periodismo (desinformación, calumnia, difamación y coprofilia) cree que la más grave es la desinformación. “El periodismo es una profesión noble cuando cumple con su misión de informar”, afirmó.
Ante la pregunta sobre si visitará la Argentina, el papa Francisco añadió: “No lo sé. Deben coincidir varias circunstancias. Pero quiero volver a ver el país porque nunca lo olvidé”.