En su natal ciudad Autlán, el presbítero Javier Herrera Corona recibió la ordenación episcopal de manos del secretario de Estado del Vaticano
Este 23 de abril, el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, presidió la ordenación episcopal del presbítero mexicano Javier Herrera Corona como nuevo nuncio apostólico en la República del Congo y Gabón.
La ceremonia se llevó a cabo en la capilla del Seminario de Autlán, Jalisco (México), ciudad natal del presbítero, en presencia del obispo de dicha diócesis Rafael Sandoval Sandoval; el cardenal de Guadalajara, Francisco Robles Ortega, así como de otros obispos mexicanos, sacerdotes y autoridades religiosas y civiles.
Al dirigirse al nuevo obispo del Congo y Gabón, el cardenal Parolin, señaló: “estás bien preparado para esta tarea, por dos razones principales: tú vienes de una tierra de hondas raíces cristianas católicas, y porque tuviste una experiencia muy larga en las diferentes nunciaturas apostólicas, donde has tenido la oportunidad de conocer muchas cuestiones y problemas de pueblos y Estados, así como la vida, las alegrías y los sufrimientos de la Iglesia, acumulando un bagaje de conocimientos y experiencias indispensables para desarrollar la tarea de representante de la Santa Sede“.
Pietro Parolin aprovechó para explicar que el nuncio es un puente entre el Papa, la Santa Sede, los Estados y las organizaciones internacionales, y es además un puente entre la Iglesia universal y cada Iglesia particular.
“Por tanto, él dará a conocer las principales directrices de la doctrina social de la Iglesia, el magisterio de los Papas acerca de la defensa de la vida humana en cada una de sus etapas, desde su concepción hasta su muerte natural; mostrará la preocupación del Papa por el deterioro de todo el planeta de las condiciones ambientales y climáticas, y actuará en cada contexto para favorecer el entendimiento y la paz dentro de las naciones ante el problema de la violencia”, detalló Parolin.
Por su parte, Javier Herrera Corona de 53 años de edad, señaló que, con completa entrega y humildad, se dispone a desempeñar el ministerio encomendado, “para que sea Cristo el Buen Pastor quien apacienta a su rebaño“.
Agradeció a Dios por permitirle la vida y conducirlo en la vocación sacerdotal y en la vida de servicio a la Santa Sede; asimismo, agradeció a Santa María de Guadalupe, patrona del Seminario de Autlán, al Santo Padre, al cardenal Pietro Parolin y al pueblo de Dios que lo ha acompañado en su ministerio.
Javier Herrera es el tercer mexicano elegido por la Santa Sede para ser representante del Papa ante alguna nación; el primero fue Luis Robles, ya fallecido, y el segundo Fermín Sosa, nombrado en 2021 como nuncio apostólico de Papúa Nueva Guinea.