La Conferencia de Religiosas y Religiosos de Chile (CONFERRE) difundió un mensaje al término de su LII Asamblea General que se inicia expresando “su deseo de continuar caminando como Iglesia en clave sinodal, siempre abiertos a escuchar la voz del Espíritu para discernir, tomar decisiones y llevarlas a la práctica”.
Reunidos del 19 al 21 de abril pasado, los superiores religiosos y religiosas se encontraron de manera presencial después de dos años sin poder hacerlo. Esta vez tuvieron como lema “Vida religiosa en la senda de una Iglesia sinodal: nos movemos hacia una iglesia nueva”, con el que expresan su afán por impulsar una profunda renovación en línea con el esfuerzo que viene realizando el Papa Francisco.
La declaración recoge este anhelo al expresar que “nos sentimos llamados y llamadas a redescubrir nuestros carismas y misión en una iglesia sinodal. Dejar la inercia y recuperar la fraternidad y la radicalidad de nuestra misión evangelizadora”.
Agregan que “llegó el tiempo de caminar juntos para inspirar sueños, florecer esperanzas, hacer verdad, estimular confianzas, vendar heridas, tejer nuevas y profundas relaciones, aprender unos de otros. Hacer un camino de laicos y religiosos compartiendo el carisma y la misión en clave sinodal”. Por eso, expresan que “nos movemos hacia una iglesia nueva, profética y esperanzadora haciendo nuestra la unción del Espíritu para construir relaciones más evangélicas y estructuras más sinodales. Necesitamos encontrarnos, caminar juntos, unir los carismas para acompañarnos en estos tiempos de vertiginosos cambios”.
Durante la asamblea, analizaron el desarrollo del Sínodo de la sinodalidad profundizando los aportes específicos que hacen como vida religiosa. También abordaron la situación de la iglesia chilena proyectando la participación de las religiosas y religiosos en la renovación eclesial. Otro tema importante en el trabajo de la asamblea fue la contribución de la vida religiosa para la creación de ambientes sanos y seguros en la iglesia, aporte a dar mayor confiabilidad a la iglesia del país.
El mercedario Mario Salas, odm, presidente de CONFERRE, explicó que “junto con todas estas temáticas, hemos dedicado un tiempo especial para mirarnos hacia el interior, espacios para conocer los desafíos para este 2022 de cada uno de nuestros departamentos y comisiones”.
El mensaje expresa el ánimo esperanzado y entusiasta que inundó la asamblea: “Miramos el presente y el futuro con valentía y sabiamente de frente y con tenacidad para asumir el conflicto con humildad y confianza. Sumerjámonos en tierra sagrada del otro para descubrir qué nos interpela hoy en la vida consagrada y cuando vean cómo nos amamos, nos respetamos, nos dignificamos unos con otros, podremos recuperar las confianzas y ser creíbles plenamente”.
Los religiosos y religiosas concluyen su mensaje con una invitación a todos y todas quienes integran la vida religiosa en Chile: “Vivamos un proceso de Iglesia en reforma porque nos urge el evangelio de la vida que estamos anunciando. Nos urge la unción del Espíritu a nuestra gente y nos urgen nuestros carismas, así como también la escucha a las propuestas de las generaciones jóvenes. Nos urge privilegiar la participación de todos y caminar juntos porque somos pueblo ungido y urgido por el Espíritu”.
“Confiamos nuestros anhelos y proyectos a la amorosa intercesión de María Santísima, Ella, la Mujer que primero creyó y vio al Resucitado, nos enseñe a ser anunciadores de gozo, esperanza y paz. Que nos siga acompañando y animando a servir, especialmente en estos tiempos de pandemia a los enfermos, ahora que festejaremos en cuasimodo y los visitaremos”, concluye el Mensaje de CONFERRE.