Sor André, que este 11 de febrero cumplió 118 años, era la religiosa más longeva del mundo y la europea más anciana. Ahora, desde el pasado 19 de abril es también la persona más anciana del mundo después de que la autoridades japonesas confirmaron la muerte de Kane Tanaka, una mujer de 119 años.
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Hija de la Caridad
Lucile Randon, nacida en 1904 en Ales, Francia, vive desde 2009 en la residencia de ancianos Sainte-Catherine-Labouré de Toulon (Var). En este mismo lugar se contagió de Covid-19, junto a otros 80 ancianos, lo cual la convirtió, también, en la persona más mayor en haber superado la enfermedad.
La oración y una taza de chocolate caliente cada día es la receta que ella misma recomienda para llegar tan bien a su edad. Y es que sor Andrè se encuentra bien de forma general, si bien ha perdido la visión y debe moverse en silla de ruedas.
Nació en el seno de una familia protestante. Sin embargo, Lucile se convirtió al catolicismo a los 19 años y se unió a la congregación de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl en 1940, con 40 años. Desde octubre de 2017, ha sido considerada la francesa viva más anciana, desde junio de 2019 como la mayor de las europeas. En 2018 perdió a su hermana gemela.