“Al recibir la noticia del fallecimiento del cardenal Carlos Amigo Vallejo, Ofm, arzobispo emérito de Sevilla, expreso mis condolencias a su excelencia, al clero, consagrados y fieles laicos de esta Iglesia particular”. Así comienza el mensaje que ha enviado el papa Francisco a la Diócesis de Sevilla, en un telegrama enviado al actual arzobispo, José Ángel Saiz Meneses.
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Del mismo modo, el Papa ha hecho llegar su pésame a la congregación de los Frailes Menores Franciscanos, a la que pertenecía Amigo, así como a “sus familiares y a la Iglesia de Tánger, en la que también sirvió como pastor”.
Condolencias a su familia
Asimismo, Francisco, “recordando a este abnegado prelado que durante años y con fidelidad entregó su vida al servicio de Dios y de la Iglesia”, ha ofrecido “sufragios por el eterno descanso de su alma, para que el Señor Jesús, por intercesión de nuestra señora de Montserrat, le otorgue la corona de gloria que no se marchita”. Y, “como signo de esperanza cristiana en el Señor resucitado”, ha impartido la bendición apostólica.
El cardenal Carlos Amigo fallecía ayer por una insuficiencia cardiaca. El purpurado fue intervenido quirúrgicamente en los pulmones el pasado lunes, como consecuencia de una dolencia que se sumó a la operación de cadera que se le realizó el 23 de febrero, tras la caída sufrida en la misa que se celebró en la Catedral de la Almudena en conmemoración del XXV aniversario de la ordenación del cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro.
La capilla ardiente se ha instaurado este jueves en el arzobispado de Sevilla. El féretro permanecerá allí hasta el sábado, cuando, a las 11:30 horas se celebrará la misa exequial en el Altar del Jubileo de la Catedral. El féretro será trasladado desde la capilla ardiente hasta el templo, donde, después de la misa, se procederá a la inhumación de sus restos en la Capilla de San Pablo de la Catedral.
