El Papa ha recibido hoy en audiencia a los miembros de la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores, reunidos en Roma en su Asamblea Plenaria. Una ocasión que Francisco ha aprovechado para hacer un encargo a los responsables de la Comisión: trabajar mano a mano con las conferencias episcopales de todo el mundo para crear un informe anual sobre qué pasos está dando la Iglesia universal para proteger a los menores y adultos vulnerables.
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Así, si bien ha reconocido que “las semillas del cambio empiezan a dar sus frutos”, ha solicitado la preparación anual de dicho informe. “Esto puede ser difícil al principio”, ha afirmado, “pero les pido que comiencen para que podamos brindar un informe confiable sobre lo que está sucediendo y lo que debe cambiar para que las autoridades pertinentes puedan tomar medidas”. “Este informe”, ha añadido el Papa, “será un factor de transparencia y rendición de cuentas y, espero, brindará una retroalimentación clara sobre nuestro progreso en este compromiso”.
“La realidad del abuso y su impacto devastador y permanente en la vida de los pequeños parece desbordar los esfuerzos de quienes intentan responder con amor y comprensión”, ha continuado el Papa, subrayando que “el abuso, en todas sus formas, es inaceptable”. “El abuso sexual infantil es particularmente grave porque ofende la vida tal como está floreciendo en ese momento. En lugar de florecer, la persona abusada queda herida, a veces incluso de manera indeleble”. “El testimonio de los sobrevivientes representa una herida abierta en el cuerpo de Cristo que es la Iglesia”, ha aseverado.
El papel de la Constitución Apostólica
Por todo ello, Francisco ha insistido en que se “propongan los mejores métodos para que la Iglesia proteja a los menores y las personas vulnerables y ayude a los sobrevivientes a sanar, teniendo en cuenta que la justicia y la prevención son complementarias”. En este sentido, ha recordado que “la nueva Constitución Apostólica marca un nuevo comienzo”.
De hecho, con ‘Praedicate Evangelium’, Francisco instituyó formalmente la Comisión como parte de la Curia Romana, dentro del Dicasterio para la Doctrina de la Fe. “Tal vez alguien pueda pensar que esta ubicación podría poner en peligro su libertad de pensamiento y acción, o incluso quitarle importancia a los temas que le preocupan. Esta no es mi intención y no es mi expectativa. Y los invito a estar atentos para que esto no suceda”, ha explicado.
“Se crea en el Dicasterio la Comisión para la Protección de Menores que se ocupa de los abusos sexuales por parte de miembros del clero”, ha dicho. “Al mismo tiempo, he distinguido su gestión y su personal, y seguirá relacionándose directamente conmigo a través de su presidente-delegado”.
