El Papa ha desvelado hoy en una entrevista a Corriere della Sera que el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, le confesó el pasado 21 de abril durante su visita al Vaticano que “los rusos tienen el plan de acabar el 9 de mayo” con la guerra.
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“Espero que sea así, para que se pueda entender también la velocidad de la escalada de estos días. Porque ahora no es solo el Donbass, es Crimea, es Odessa, le quita el puerto del Mar Negro a Ucrania, es todo. Soy pesimista, pero debemos hacer todos los gestos posibles para detener la guerra”, afirmó al director del diario italiano.
Además, Francisco ha admitido que espera una respuesta del Kremlin para reunirse con Putin en Moscú. El Vaticano continúa “insistiendo” en esta visita del Papa a Rusia, aunque “Putin no pueda ni quiera asistir a esta reunión en este momento”, ha dicho pronunciando por primera vez el nombre del líder ruso desde que iniciara su invasión.
“Siento que no debo ir a Kiev”
Durante la conversación, Jorge Mario Bergoglio descarta un viaje a Kiev. “Siento que no debo ir. Tengo que ir a Moscú primero, tengo que reunirme con Putin primero. Pero yo también soy sacerdote, ¿qué puedo hacer? Hago lo que puedo. Si Putin abriera la puerta…”, añade.
Preguntado por la posición de Kirill, patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, el Papa se ha despachado así: “He hablado con Kirill durante 40 minutos a través de Zoom. Los primeros veinte minutos me leyó todas las justificaciones de la guerra. Escuché y dije: no entiendo nada de esto. Hermano, no somos clérigos del Estado, no podemos usar el lenguaje de la política, sino el de Jesús. Somos pastores del mismo pueblo santo de Dios. Por eso, debemos buscar caminos de paz, detener el fuego de las armas”, afirma.
Y, yendo más allá, considera que el Patriarca no “puede convertirse en el monaguillo de Putin”. Asimismo, ha confirmado que la reunión el 14 de junio en Jerusalén entre ambos está en el aire.
Jorge Mario Bergoglio condena en su alocución la decisión de algunos países europeos de incrementar el gasto militar hasta el 2% del PIB –tal y como pide la OTAN–, aunque se muestra limitado al responder sobre la conveniencia o no de armar a Ucrania. “No sé responder, estoy demasiado lejos. Lo que está claro es que allí se están probando armas. Los rusos saben ahora que los tanques son poco útiles y están pensando en otras cosas. Para eso se hacen las guerras: para probar las armas que hemos producido. Esto es lo que ocurrió en la Guerra Civil Española”, subrayó.