A partir de este abril recién pasado quedó constituida una comunidad de religiosas en Rapa Nui. Con la llegada de la hermana Ester Castro, junto a Carina Fabro que inició la experiencia en julio del 2021, se establece en la isla el Instituto Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús.
Allí, la parroquia Santa Cruz es atendida hace varios años por Bernardo Astudillo Basulto, párroco, único testimonio de la Vida consagrada en Isla de Pascua, hasta ahora.
Un relato testimonial aparecido en iglesia.cl narra el proceso de conocimiento y acercamiento a esa cultura única que vivieron estas religiosas. Allí se dice que, en 2015, “el obispo emérito de Rancagua, Javier Prado, visita la comunidad de Mendoza (Argentina), lo acompaña el Padre Bernardo Astudillo Basulto, Párroco de Rapa Nui (Isla de Pascua). Monseñor nos anima a visitar y conocer la Isla y nos manifiesta que sería de mucha ayuda la presencia de la congregación en esta parte del mundo en donde el Padre Bernardo es el único testimonio de Vida Consagrada en la Iglesia”.
Fue una provocación. Las religiosas acogieron el llamado y programaron dos visitas al año siguiente. “En marzo de 2016, la Madre Provincial Ester Castro junto a hermana Carina Fabro, miembro del consejo provincial, tomando un primer contacto durante el tiempo de Semana Santa en la Parroquia y en la cárcel”; más tarde, en octubre, viajó “todo el consejo provincial con una propuesta pastoral para adultos de la parroquia, jóvenes y docentes del colegio, visitas al hospital, residencia de menores y centro del adulto mayor”.
Para ellas “fueron tiempos de conocer, mirar, acercarnos de a poco a la realidad y cultura de una comunidad ancestral y creyente. A medida que íbamos conociendo los lugares, su gente, su peculiar modo de vivir, de relacionarse, de manifestar sus creencias fuimos descubriendo en ellos un anhelo profundo de seguir creciendo en la fe y cultivar la relación con un Dios rico en misericordia y cercanía que le dé un sentido a la vida y palpando la necesidad de una presencia que ayude a conformar un estilo de vida impregnado por los valores del Evangelio”.
Entonces ofrecieron al párroco misionar durante un mes 3 veces, en 2017, en períodos especialmente significativos para los rapa nui. “Así fuimos consolidando una presencia misionera, asumida como cuerpo congregacional, al servicio de la comunidad”, dicen las religiosas. Buenos resultados y vínculos más estrechos, sirvieron para que durante el 2018 y 2019 se continuaron las misiones de un mes.
“La propuesta fue compartir nuestro carisma de Amor y Reparación en los diferentes ambientes tanto hacia dentro de la vida parroquial (grupos de catequesis, adultos, colegio parroquial) como hacia fuera (cárcel, hogar de menores, de adulto mayor, hospital, visitas a las familias, etc.)”.
Así llegan a que “finalmente, durante el año 2020, las hermanas de la Delegación de San José (Chile-Argentina), después de un camino de discernimiento proponen una presencia permanente en Rapa Nui. El Consejo General del Instituto representado por la actual Madre General, Inés Tessi, dio la aprobación para su inicio”.
El paso siguiente fue la firma de un Acuerdo Marco con el entonces Administrador Apostólico de Valparaíso, obispo Pedro Ossandón. A esta diócesis pertenece Isla de Pascua. En abril se firma el Acuerdo y en julio Carina Fabro inicia la experiencia pastoral en la Parroquia Santa Cruz. En marzo de 2022, llega Ester Castro y así “queda constituida la comunidad religiosa dando inicio formal a la Fundación y presencia misionera el 1 de abril, primer viernes del mes. A esta querida misión la hemos llamado “Taina Katarina”, expresión de esta comunidad que significa hermano-hermana y en memoria de nuestra Fundadora Catalina de María Rodríguez que parte al cielo un 5 de abril, domingo de Pascua, coincidiendo providencialmente con el día en que el mundo occidental toma contacto con Rapa Nui en 1722”.
El relato de estas misioneras concluye: “Dios nos ha salido al encuentro y esto no ha sido fruto de nuestras planificaciones. Por esto damos gracias al Sagrado Corazón que nos inspira y seguimos caminando con Taina Katarina (Madre Catalina) en comunión con el Párroco y la comunidad cristiana a quienes agradecemos la acogida, el acompañamiento y la generosidad para hacer posible esta Misión”.
Desde ahora Rapa Nui tiene presencia de vida consagrada femenina.