Los dolores en la rodilla derecha del papa Francisco siguen alterando la agenda del pontífice. La agencia Reuters ha anunciado que la visita al Líbano, prevista del 12 y 13 de junio, tendrá que posponerse. Este viaje fue confirmado en su día por el gobierno local, aunque el Vaticano nunca lo desmintió, pero tampoco llegó a publicar el programa oficial.
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¿Después del verano?
Este viaje podría ser significativo en el contexto de la invasión ucraniana, ya que se hipotetizó con un encuentro el 14 de junio, en Jerusalén, entre el Papa y Kirill, el patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa. Por su parte, el presidente del Líbano, Michel Aoun, había señalado a comienzos de abril en sus redes sociales que “los libaneses han estado esperando esta visita durante mucho tiempo para expresar su gratitud por la atención de Su Santidad al Líbano y para agradecerle las iniciativas que ha emprendido en favor del país y las oraciones que ha ofrecido por su paz y estabilidad”. Francisco recibió al presidente en el Vaticano el pasado 21 de marzo.
Fuentes vaticanas han señalado a la agencia internacional que el viaje se pospone, probablemente, hasta después del verano. Mientas, quedan en el aire las dos visitas papales de julio: una a Sudán del Sur y República Democrática del Congo y otra a Canadá.
