El secretario general de la Conferencia Episcopal llama a las movilizaciones ante la reforma legislativa que ultima el Gobierno
El secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, criticó esta mañana en Cope la nueva ley del aborto que ultima el Ministerio de Igualdad. El portavoz de los obispos destacó que los avances científicos “han demostrado que, desde el primer momento, en el seno de una mujer embarazada, hay vida“.
Para Argüello, el debate sobre el aborto “no es un debate moral de personas que pensamos distinto. Desde que se aprobó la primera ley del aborto ha habido grandes avances en la ciencia. Es una falacia decir que hay derecho a elegir sobre eso“. Está previsto que la nueva norma preparada por el equipo de Irene Montero llegue al próximo consejo de ministro. Entre las novedades que se han dado a conocer, vuelve a aparecer que se permita abortar a menores a partir de los 16 años sin consentimiento paterno.
Por ello, el secretario general reclama un movimiento social a favor de la vida. Algo más urgente aún dado el invierno demográfico en que se encuentra nuestro país, con los nacimientos hundiéndose mientras siguen realizándose en torno a 100.000 abortos al año. “Hay motivos de sobra para movilizarnos a favor de los nacimientos, no para naturalizar que se elimine una vida”.
Durante la entrevista con Carlos Herrera, también se ha hablado de la memoria de actividades de la Iglesia española, presentada el día 11 de mayo. Lo primero que quiso resalta Argüello es que “se trata de un ejercicio de transparencia, es dar cuenta de las miles de actividades que se han llevado a cabo a lo largo del año y lo que supone a nivel económico”, justificando así cómo se emplea el dinero de la casilla de la renta y los donativos de los fieles.
Así, la Iglesia incrementó notablemente su labor social durante el año más duro de la pandemia. En 2020 se atendieron a 4 millones de personas, esfuerzo que ha llevado a que más de la mitad de las diócesis españolas se encuentren en números rojos. Además, “las diócesis, congregaciones, comunidades, asociaciones de laicos, cofradías… es decir toda la realidad de la Iglesia en España, pusieron en marcha 680 nuevas acciones motivadas por la covid-19 en los ámbitos asistenciales, sanitarios, educativos y pastorales o de acompañamiento”.
En el informe de 2020 se recoge, además, una notable caída en el número de celebraciones sacramentales de bodas, bautizos, comuniones y confirmaciones, como consecuencia del confinamiento y de los momentos más duros de las restricciones por la pandemia. “Muchas de estas celebraciones se pospusieron para el año siguiente”, apunta el obispo auxiliar de Valladolid.
Asimismo, se está observando un descenso en las vocaciones, aunque el secretario general quiso destacar que “sigue habiendo muchos jóvenes que responden a la llamada del Señor” y ha puesto como ejemplo a las más de 4.000 cofradías españolas o a los capellanes y voluntarios de la Pastoral Penitenciaria que durante la pandemia “consolaron hacia fuera y hacia dentro”, llevando, por ejemplo, a las cárceles “un signo de esperanza a quienes están privados de libertad”.