El presidente de la Conferencia Episcopal Española, Juan José Omella, dio las gracias a todos los que hacen posible la Iglesia hoy, abrumado por la gran actividad que lleva a cabo: “En nombre de todos los cristianos solo queda una palabra por decir, gracias”, recordando a los asistentes, pero también a todos los que trabajan para llevar a cabo esta actividad. “A los catequistas, misioneros, sacerdotes, niños, jóvenes…”. Así lo manifestó ayer por la tarde durante la gala de presentación de la Memoria de Actividades de la Iglesia 2020, que tuvo lugar esta tarde en el auditorio madrileño de la Fundación Pablo VI.
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El arzobispo de Barcelona recordó a los presentes que “con esta entrega estás haciendo posible todo esto, estás haciendo posible que el mundo cambie y sea mejor”. Al final de su intervención destacó que “todos y cada uno somos necesarios”, porque la humanidad entera “necesita de ti, allí donde estés, porque eres único e insustituible”, agradeciendo la entrega de cada una de las personas que colaboran con Iglesia.
Fiesta del agradecimiento
En el acto también intervino el secretario general de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello, que fue el encargado de dar la bienvenida a la gala recordando que “la fiesta de esta tarde es un agradecimiento, una acción de gracias por todos, por los que nos rodean, por los que se cruzan en nuestro camino.
También tuvo unas palabras para recordar el inicio de la pandemia, del que habla al completo la Memoria de Actividades. ”Esta es la memoria de la mascarilla”, expuso el portavoz de los obispos que también afirmaba que “la mascarilla nos recuerda que en el año 2020 murieron muchas personas y lo hicieron en soledad. A ellos queremos también recordarles, desde el misterio pascual, en la esperanza cierta de un encuentro pleno con aquel que ha vencido a la muerte para vivir en agradecimiento y esperanza”.
El año de la pandemia
Un año marcado por la pandemia en el que la actividad asistencial de la Iglesia tuvo que dar respuesta a unas necesidades acrecentadas por la crisis sanitaria y social que supuso el 2020. La Iglesia desde el inicio de la pandemia puso en marcha 680 acciones nuevas en todas las diócesis para dar respuesta a las distintas necesidades surgidas. Principalmente en las áreas asistencial, de acompañamiento y sanitaria.
Datos económicos
Ester Martín, directora de la oficina de Transparencia de la Conferencia Episcopal Española fue la encargada de hablar de los datos más significativos de la vida de la Iglesia durante el citado año. Durante la pandemia surgieron 259 iniciativas para acompañar a los que más sufrían en esos momentos, en una emergencia humanitaria, religiosa y social como no habíamos vivido antes.
La gala también dio voz a las familias misioneras de la mano de Nuria y parte de sus nueve hijos que han vivido en una realidad como la ucraniana, desde 2017 hasta que tuvieron que volver a España al estallar la guerra. Un testimonio de fidelidad y entrega a Dios. “Ser testigo del amor de Dios en mi vida, que nunca nos ha dejado solos, es algo que no se podía quedar solo en nuestra casa, teníamos que llevarlo a otras personas”, ha contado a los asistentes al evento.