El Papa se reúne con la comunidad Village de François, una plataforma francesa de acogida para excluidos
Francisco ha denunciado una vez más la cultura del descarte, a la par que ha defendido que “la persona humana en su conjunto la que debe ser amada, acompañada e insertada en una red de relaciones enriquecedoras y constructivas”. Así se lo hizo saber esta mañana a los miembros de Village de François, una plataforma católica francesa centrada en la evangelización a través de la acogida a colectivos vulnerables.
Desde la Sala Clementina del Palacio Apostólico Vaticano, el Papa animó a los seguidores del fundador Étienne Villemain, al que calificó de ‘enfant terrible’ entre bromas, a continuar con este proyecto que hace realidad la Iglesia como “hospital de campaña, más preocupada por los que sufren que por defender sus propios intereses, asumiendo el riesgo de la novedad para ser más fieles al Evangelio”.
A partir de ahí, agradeció su trabajo con los descartados, con aquellos que “se quedan al margen” porque el concepto de pueblo parece “reservado para una élite privilegiada”. “Espero que el Village de François ayude a redescubrir lo que es un verdadero pueblo: un tejido de relaciones humanas concretas, en el apoyo mutuo, en la atención a los necesitados, en la convivencia de las generaciones y en la preocupación por respetar la Creación que nos rodea”, les planteó a los presentes.
Francisco puso en valor que esta comunidad tenga como sede una antigua abadía trapense, lo que interpretó como “una llamada para que pongáis en el centro de vuestra experiencia, además de una vida sencilla y trabajadora, el cuidado y desarrollo de la vida interior, la relación con Jesús”.