Miguel Cabrejos, presidente del Celam, ha destacado que los hombres y mujeres de Iglesia “debemos seguir construyendo justicia”
Hace 131 años, un 15 de mayo, el papa León XIII publicó la encíclica Rerum novarum, sobre las cosas nuevas que estaba ocasionando la primera Revolución Industrial en la sociedad, por ello, en el marco de esta fecha, el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam) ha publicado un mensaje por el Día de las Encíclicas sociales y de la Doctrina Social de la Iglesia.
Al respecto, Miguel Cabrejos, arzobispo de Trujillo (Perú) y presidente del Celam, ha expresado la preocupación de toda la Iglesia en el actual contexto de la cuarta Revolución Industrial, especialmente en América Latina y Caribe.
“Observamos que alrededor del 80% de la población vive en ciudades de más de 50.000 habitantes y que casi 29 millones de personas buscan y no encuentran un empleo”, expresó el prelado.
Según Cabrejos, “son personas que también hoy viven en estado miserable, no pocas veces víctimas de trabajo esclavo, especialmente entre los muchos millones de migrantes que ya no solo van del campo a la ciudad, sino de país en país”.
El llamado del presidente del Celam es a seguir construyendo justicia, porque “sin ella no hay paz”, sobre todo cuando “la voz de la Iglesia sigue resonando en nombre de Nuestro Señor, Jesucristo”.
“Esta enseñanza en muchos casos ha dado frutos abundantes. Los principios aportados por los distintos Papas –e impulsados especialmente a través de la acción de laicos y laicas– han inspirado parte de la legislación laboral y previsional”, acotó.
En efecto, – en palabras de Cabrejos– la Iglesia desde hace mucho está junto con los pobres, por tanto, “sabemos que la tarea sigue siendo ¡inmensa! Queda mucho más por hacer. Por ello en este día convocamos a todos a seguir avanzando”.
“Por nuestras calles y por nuestros campos transitan muchos Cristos que necesitan de nuestra solidaridad, pero antes de justicia. Esta es una misión que debemos seguir realizando junto a hermanos nuestros de otras vivencias religiosas y personas de buena voluntad, con quienes debemos aprender a caminar juntos”, finalizó.
Foto: Celam