“La Virgen nos ayuda a que no nos resignemos ante leyes inicuas”. Con estas palabras críticas, el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, se posicionó hoy ante la aprobación en Consejo de Ministros del proyecto de ley de salud sexual y reproductiva y de interrupción voluntaria del embarazo.
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En su intervención durante la celebración de la festividad de la Virgen de Fátima en la Universidad Católica de Valencia, Cañizares aseveró que “estamos al borde de promover una ley más contraria a la vida todavía”. Por eso, hizo un llamamiento a los presentes a defender “la familia, que nace de la vida, donde crece la vida y se protege la vida”.
Sin miedo
“No tengamos miedo, nos decía el papa Juan Pablo II”, expuso, alentando al compromiso público de los cristianos: “Todo lo contrario, seamos muy libres para anunciar la verdad, que se realiza en el amor”.
En la línea de la llamada a la movilización hecha en días previos por el secretario general del Episcopado, Luis Argüello, el purpurado compartió la necesidad de alzar la voz: “Advirtamos del error que supone esa concepción individualista de la libertad que hoy tanto se proclama, donde la sociedad se limita a un conjunto de individuos sin relaciones recíprocas. Seamos luz en este eclipse del sentido de dios y de la dignidad del hombre”.
“En medio de las dificultades que atraviesa la familia en España, esta institución irradia la luz del Evangelio de la vida, del Evangelio de la familia, que es el Evangelio de la esperanza y de la humanidad entera”, expresó sobre la firma de un acuerdo sobre la continuidad de la formación teológica entre el centro universitario y el Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II para Estudios del Matrimonio y la Familia.
Postura no confesional
Durante el acto también intervino el rector de la Universidad Católica de Valencia, José Manuel Pagán, que expuso que “la defensa de la vida desde la concepción no es una postura confesional: es un hecho científico que la vida humana comienza desde el momento de la concepción”.
Por su parte el director del observatorio de Bioética del centro universitario, Julio Tudela, explicó que la nueva reforma del Gobierno de coalición es “la menos garantista de Europa” en tanto que “extinguir las conciencias parece un paso ineludible para garantizar el derecho a matar”. “Señalar y perseguir a los objetores que se niegan a abortar o practicar eutanasias parece posible si matar es reconocido como un derecho”, denunció.