Tras la asamblea de las Cáritas de Europa, responsables de las Cáritas ucranianas han llegado a Roma. El sacerdote Vyacheslav Hrynevych, director ejecutivo de Caritas Spes Ucrania, ha asegurado que es difícil “imaginar en estos momentos” el fin de la guerra, advirtió que esta invasión no “no terminará con un simple acuerdo de paz sino cuando podamos perdonar todo lo que nos han hecho”.
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Víctimas de por vida
El responsable, en un encuentro con la prensa en la sede de los medios vaticanos, apuntó que el fin de producirá “cuando podamos reconstruir no solo los edificios destruidos, sino las almas y la memoria del pueblo ucraniano. Las víctimas de guerra lo son toda la vida”, según recoge Europa Press. Y es que la Cáritas de la Iglesia latina ya ha atendido a 1.223.632 personas en sus 50 sedes desde el 24 de febrero cuando comenzó la ofensiva rusa.
Sobre un posible viaje papal a Ucrania, el responsable recordó que “no es fácil visitar Ucrania” ya que “la situación general puede hacer difícil trabajar por la paz”. Algo que dice de primera mano, ya que tanto Hrynevych como la presidenta de Cáritas Ucrania –de la Iglesia ucraniana católica oriental–, Tetiana Stavnycha, se han encontrado con el papa Francisco en la residencia de Santa Marta. Ahora bien, destacó el apoyo de la Santa Sede y del pontífice “con la oración, enviando a sus cardenales, con los pronunciamientos públicos sobre Ucrania”.
“Nuestros obispos y sacerdotes están trabajando con Cáritas, convirtiendo las parroquias en centros de acopio, en almacenes de ayuda humanitaria. Hay una buena colaboración entre los voluntarios de Caritas y los obispos y los curas. El Papa nos dijo que era lo que quería: una Iglesia en salida”, ha recalcado Hrynevych. “El Papa ha bendecido nuestro trabajo, nos ha dado esperanza; nos ha hecho sentir que no estamos solos y ese es el mensaje más poderoso que podemos llevar a Ucrania”, sentenció. Stavnycha abundó en que “es difícil muy difícil navegar en un país bajo ataque. No sabemos dónde será el próximo ataque y en las zonas ocupadas es difícil garantizar los protocolos seguridad”, según recoge la agencia de noticias.