La plataforma continental presenta su informe 2021, marcado por la lucha contra la pandemia
En un 2021 todavía marcado por la pandemia del COVID, el Secretariado Latinoamericano y del Caribe de Cáritas ha puesto las bases para marcar “el rumbo que en nuestra región hemos tomado ante la necesidad de buscar una nueva normalidad que implica la lectura y el escrutar los signos de los tiempos en momentos de mucho sufrimiento”, en palabras de su presidente y arzobispo de Maracaibo, José Luis Azuaje.
En este sentido, destaca la realización de la primera Asamblea Eclesial, con el objetivo de “entrar en un proceso permanente de conversión personal, pastoral, ecológica y sinodal”, a través de la acción misionera, para renovar la Iglesia “venciendo el letargo y el inmovilismo en el cual se encontraba, y planteándose grandes desafíos y retos pastorales que implican un cambio de actitud en los creyentes y un proceso de renovación y reforma en las estructuras eclesiales, que abarcan a todas sus instituciones e instancias”.
Explica Azuaje que “la dinámica de la primera Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe ha sido la de integrar de forma comunional a todos los miembros del Pueblo de Dios en un ejercicio de caminar juntos, de integración en el respeto de la diversidad, pero en la urgencia de hacer un camino común que tenga como objetivo sentirse realmente Pueblo en el dinamismo que da el ‘Sensus Fidei’, donde todos somos participes y responsables en el obrar de la Iglesia”.
El resultado de este caminar juntos “no sólo han sido los 41 desafíos salidos de las deliberaciones de los grupos, sino principalmente el ejercicio sinodal planteado en la forma de ser y hacer de la Iglesia en nuestra región. Un caminar juntos que indica que nadie se puede quedar solo en el camino y mucho menos que algún sector se pueda erigir como el protagonista o líder solitario de una propuesta que es de todos y todas: la opción misionera que sueña con “una Iglesia pobre para los pobres”, o en palabras del papa Francisco, “como me gustaría una Iglesia pobre para los pobres”, abunda el presidente.
El arzobispo de Maracaibo quiso agradecer la labor de los voluntarios de las Cáritas nacionales, destacando “su servicio con amor a los necesitados sin miramientos, sino solo desde la óptica del amor preferencial por los pobres y excluidos, opción que hace formalmente nuestra Iglesia de la región, reconociendo en los más pobres un dinamismo transformador de la realidad desde diversos valores como la solidaridad, fraternidad y el compartir. Nuestra apuesta es servir transformándonos para transformar, asumir el reto propuesto en la
novedad del Evangelio desde la primacía de Dios y del pequeño, del indefenso”.
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