El arzobispo de Buenos Aires defendió a sus colaboradores y aseguró que cuentan con su total confianza
Con una carta dirigida a toda la comunidad, el titular de Buenos Aires y cardenal primado de la Argentina, Mario Poli, expresó su dolor ante la difusión de la carta privada enviada por la Congregación del Clero en la que se sugieren algunas precisiones sobre temas contables y funcionales de la arquidiócesis porteña.
Una de las derivaciones de esta divulgación fue, según Poli, la sospecha sobre la buena fama de algunos miembros del episcopado y clero de la arquidiócesis. Específicamente, mencionó en la nota al obispo auxiliar de Buenos Aires, Enrique Eguía Seguí; al rector del Seminario Metropolitano, Julio Miranda; y a los párrocos: Javier Klajner (Santa Magdalena Sofía Barat), Martín Bracht (San Benito), y Rodrigo Valdez (Nuestra Señora del Socorro).
Expresa estas palabras con el convencimiento “de que se trata de personas íntegras, entregadas cada una de ellas a su tarea pastoral en el lugar donde la Iglesia los destinó a servir, y me consta que, en la sobreabundancia de su generosidad, han prestado no pocos servicios a esta Curia metropolitana desde hace muchos años”.
El cardenal comentó que estas personas, como todos los buenos pastores que en el anonimato de sus responsabilidades se gastan y desgastan por llevar el evangelio y hacer presente a Jesús entre los porteños, “cuentan con mi total confianza”.
El primado aseguró que es “su más vivo deseo desagraviar tal infamia, montada sobre denuncias subjetivas y calumniosas, muy lejos del espíritu evangélico que debiera reinar entre los cristianos”, expresó en la misiva”.