El Instituto de Familia CEU premia la defensa de la vida

El Colegio Oficial de Médicos de Madrid y la madre coraje Anabel Medialdea son reconocidos en la edición de este año

El Instituto de Familia CEU premia la defensa de la vida

El Instituto de Familia del CEU ha entregado hoy los premios con los que reconoce “acciones a favor de la vida”. Se otorga en dos categorías, los Premios por la vida y el Bárbara de Castro ‘A un corazón de madre’. El primero ha sido entregado al Colegio Oficial de Médicos de Madrid, en la figura de su presidente, Manuel Martínez-Sellés, mientras que el segundo ha recaído en la cordobesa Anabel Mialdea.



Además del premio principal al Colegio, se han concedido dos accésits a los Rescatadores de Juan Pablo II y a 40 días por la vida, por su lucha infatigable contra el aborto y su labor, que el Gobierno ha criminalizado, frente a las clínicas abortistas.

Además, también se ha hecho entrega del Premio CEU a la creatividad de los alumnos en la defensa de la Vida a Irene Barajas, alumna de cuarto curso del Doble Grado en Farmacia y Biotecnología, por la elaboración de un emotivo vídeo en contra del aborto, con el que pretende concienciar a la sociedad y, en especial, a los más jóvenes de que no hay argumento superior al valor de la vida humana.

Bárbara de Castro

El premio Bárbara de Castro. A un corazón de madre toma el nombre de una alumna del CEU que priorizó la vida de su hijo a la suya propia y que reconoce acciones en favor de la maternidad o su vivencia en situaciones difíciles.

En esta edición, se ha reconocido el testimonio y la vivencia de Anabel Mialdea durante el proceso de adopción de sus dos hijos: Rafael y Ana, para poder traerlos a España desde Rusia. Rafael, que hoy tiene 19 años, fue el primero en llegar a casa con 1 año y medio. Nació con 1,75kg, a -20ºC, sin incubadora y en condiciones precarias. Por su parte, Ana, de 14 años, llegó a casa con 4 años y medio.

Estuvo 5 meses ingresada en una UCI de Rusia, para ser traslada posteriormente a una casa cuna. Tiene fisura palatina y retraso del crecimiento a consecuencia de la desnutrición sufrida en sus primeros años de vida. En este relato, la cordobesa comenta cómo los servicios sanitarios rusos omitieron a su marido y a ella todos los problemas de salud que padecía la niña, que ha sido operada 8 veces desde que llegó.

 

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