Los obispos hacen un llamado a frenar la ola de violencia y delincuencia que golpea esa nación
Recientemente, en una parroquia de Costa Rica, un sacerdote perteneciente a la diócesis de Limón fue golpeado por dos delincuentes para robarle dos teléfonos móviles, dos computadoras y una pantalla.
Ante ese hecho, y el asesinato de un presunto narcotraficante afuera de una escuela, los obispos de Costa Rica emitieron un comunicado en el que hicieron un llamado a frenar “la ola de violencia y delincuencia” que golpea esa nación, así como a dedicar las misas y horas santas de este 19 de mayo para pedir por la paz.
“En nuestro llamado a las autoridades: exhortamos a todas las fuerzas políticas a buscar soluciones en conjunto para proteger a nuestra nación”, agregaron.
La Conferencia Episcopal de Costa Rica, cuyo presidente es el obispo José Manuel Garita, condenó el hecho del que fue víctima el sacerdote y pidió tomar acciones. “Nuestro clamor inicial es a las autoridades para que puedan implementar las acciones necesarias que enfrenten de manera efectiva la criminalidad”.
En torno a ambos hechos de violencia, afirmaron: “nos llenan de dolor y luto en nuestra sociedad. Nos solidarizamos con la provincia limonense, con todas las personas de buena voluntad que habitan este querido territorio”.
Los obispos refirieron que por años, se han alegrado de ser un país de paz, “pero la realidad nos golpea día a día, con hechos de violencia, incremento de la criminalidad e incursión del narcotráfico”.
Consideraron inaceptable que, a la vista de gente buena y honrada, la ola de corrupción y criminalidad haga estragos en la sociedad; no obstante, animaron a no perder la esperanza y confiar en Jesucristo, “que con su paz nos ayude a tener calma y consuelo ante hechos tan dolorosos que ocurren en muchas de nuestras comunidades, en todo el país. Esto no es cuestión de una provincia”.
Este jueves 19 de mayo, a petición de los obispos, las eucaristías y horas santas en las comunidades parroquiales se dedicarán a orar por la paz.