El secretario para las Relaciones con los Estados alerta del riesgo de que disminuyan el apoyo y las ayudas de la comunidad internacional por cansancio
El secretario para las Relaciones con los Estados del Vaticano, Paul Richard Gallagher, destacó, en sus primeras impresiones de su visita oficial a Ucrania, “el sufrimiento del pueblo ucraniano“, que refuerza, aún más si cabe, la determinación de la Santa Sede por alcanzar la paz. El arzobispo denunció que se está viviendo “una crisis humanitaria tremenda” y alabó la respuesta de la Iglesia en la ayuda a los necesitados, independientemente de su religión.
“No es lo mismo ver la guerra por televisión que tocarla en la realidad“, indicó el prelado, visiblemente conmovido por lo vivido en estos días. “somos testigos del sufrimiento de los refugiados que han tenido que dejarlo todo y venir a la parte occidental del país y esto es realmente difícil, especialmente porque la mayoría son mujeres, son niños, jóvenes”.
“Ahora están a salvo, pero no faltan los problemas: dejar sus hogares, llegar a otro lugar y, por supuesto, la separación de sus padres, son cosas que pesan. Es un gran sufrimiento el que se siente entre las personas que están angustiadas aunque el espíritu sea fuerte. Es, en todo caso, un trauma que está viviendo el país”, compartió el prelado.
Esto crea un clima “de tensión, crea inseguridad entre la gente porque no saben qué va a pasar en el futuro“. Frente a ello, Gallagher destacó que “me ha gustado mucho ver cómo la Iglesia ha respondido a esta tremenda crisis humanitaria. Es una Iglesia que se identifica totalmente con su pueblo y trata de responder a las necesidades, de ayudar a todos, no sólo a los católicos sino también a los miembros de otras religiones”.
Esta vivencia hace que aumente, aún más, el compromiso de la Santa Sede y del mismo Santo Padre con los que sufren. Ambos “están dispuestos a hacer todo lo posible, la Santa Sede continúa su actividad diplomática con contactos con las autoridades ucranianas y también a través de la Embajada de Rusia ante la Santa Sede tenemos algún contacto con Moscú. La Santa Sede desea seguir fomentando el envío de ayuda humanitaria y, al mismo tiempo, sensibilizar a la comunidad internacional y esto siempre es necesario”.
Por último, el arzobispo advirtió de un riesgo muy peligroso: el olvido por hastío o cansancio de la comunidad internacional. “Desgraciadamente en todos los conflictos, también lo hemos visto en Siria o Líbano con los muchos problemas que ha tenido, al cabo de un tiempo aparece el cansancio, incluso en el apoyo a un pueblo en dificultades. El cansancio llega también por el hecho de que no se encuentra una solución, de que las cosas continúan durante un largo tiempo, así que lo que intentamos hacer, lo que ha hecho el Papa es lanzar muchas intervenciones, muchos momentos de oración y muchos llamamientos para que se acabe la guerra en Ucrania, seguiremos en esta dirección”.