Unas 12.000 personas participan en una solemne celebración en Lyon presidida por el cardenal Luis Antonio Tagle, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos
12.000 fieles y sacerdotes se han reunido este domingo en la ciudad francesa de Lyon para celebrar la beatificación de la laica Pauline Jaricot, impulsora de la Obra de la Propagación de la Fe, germen de las Obras Misionales Pontificias y del Domund. El acto se ha desarrollado en el centro Eurexpo de Chassieu y ha estado presidido por el cardenal Luis Antonio Tagle, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.
“Después de leer la vida de Pauline Jaricot, me dije que puede haber nacido en Lyon, Francia, pero también podría haber sido africana, asiática, americana u oceánica, tan universal era su amor y su pasión por Jesús y los pobres”, señaló Tagle a La Croix. En su homilía, el purpurado destacó que Jaricot es “un testimonio vivo del poder del amor a Jesús, un amor que se convierte en una identificación con Jesús”.
“Nos asombra la docilidad de Paulina Jaricot al Espíritu Santo que la impulsaba con nuevas ideas e iniciativas para la difusión del Evangelio y el servicio a los pobres. En esto siguió una gran tradición espiritual, misionera y social de la Iglesia de Lyon”, destacó.
En una carta para la ocasión, el papa Francisco deseo que la nueva beata “sea para cada uno de vosotros una inspiración y una fuerza para seguir caminando juntos hacia el Señor Jesús”. Francisco destacó a “Pauline, una lionesa de la burguesía, dedicó su vida a la misión, al servicio de los pobres y a la oración. Para apoyar el progreso del Evangelio y para que todos los fieles pudieran participar activamente en la misión hasta los confines de la tierra”. “Que nuestra caridad sea tan inventiva y eficaz como la suya, aprendamos a ofrecer generosamente lo que somos, nuestros talentos a Dios, y a nuestros hermanos, especialmente a los más pobres, a dar de nuestros medios para apoyar la misión que nos corresponde a todos en la Iglesia de llevar el Evangelio al mundo”, deseó el pontífice.