Una vez concluida su estancia en Ucrania, donde ha visitado Leópolis, Kiev y algunas de las localidades devastadas por la invasión rusa, de cuyo inicio se cumplen hoy tres meses, el arzobispo británico Paul Richard Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados de la Santa Sede, está convencido de que el Vaticano puede jugar un papel importante para facilitar las negociaciones entre las autoridades de Moscú y Kiev.
- Inscríbete en los ‘Encuentros VN’ con el cardenal Ravasi: ¡Plazas limitadas!
- ¿Quieres recibir gratis por WhatsApp las mejores noticias de Vida Nueva? Pincha aquí
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
Las autoridades ucranianas le han hecho saber a Gallagher que consideran que el papa Francisco “le ha cogido el pulso” a este pueblo. “Creo que ellos consideran que la Santa Sede y el propio Santo Padre podrían continuar desarrollando un papel muy significativo en este conflicto y en su resolución. Hay espacios”, aseguró el secretario para las Relaciones con los Estados en una entrevista con medios oficiales vaticanos. “Hay que renovar los esfuerzos para resolver el conflicto por medio de un diálogo diplomático y político”.
No obstante, en sus conversaciones con los ucranianos, el secretario para las Relaciones con los Estados de la Santa Sede ha podido comprobar que, por desgracia, resulta aún “demasiado pronto” para hablar de paz y, más aún, de reconciliación. La guerra está todavía en una fase en la que Ucrania “debe defenderse”, para lo que necesita recibir ayuda, “también militar”. La entrega de armamento a Kiev, en cualquier caso, debe realizarse siguiendo una “cierta proporcionalidad”, para evitar que puede comenzar “una nueva carrera armamentística en Europa y en el mundo”, que “no conviene”.
Reconocimiento a la labor de la Iglesia
Tras dar gracias a Dios y a las personas que han colaborado para que “todo haya ido bien” durante su viaje a este país del Europa oriental, Gallagher consideró que la sociedad ucraniana ha sufrido una “gran conmoción” debido a la guerra, a la que ha reaccionado con “valentía y determinación”, pese al “gran sufrimiento” que le ha tocado afrontar en este momento. “Y miran al futuro con inseguridad y dudas, aún intentando sacar coraje y fuerzas para seguir adelante. Todos sienten que tienen la responsabilidad de animar a los demás y no mostrar sus propios sentimientos”.
Gracias a su estancia en tierras ucranianas, Gallagher ha conseguido hacer patente la “atención y preocupación” del Papa y de la Santa Sede por la situación en este país. “Hemos visto y escuchado de parte de las autoridades un gran reconocimiento a todo el trabajo que la Iglesia hace en Ucrania durante esta emergencia, como la actividad humanitaria y el apoyo espiritual ofrecido al pueblo. Esto es muy importante. Sé que el Santo Padre estará muy contento de recibir noticias en este sentido”, comentó el arzobispo británico.